Los Molinos recupera su emblema para su uso social como sede del voluntariado

El Molino de los Díaz vuelve a ser reparado por el Ayuntamiento · Se espera que su utilización ponga fin a la entrada de indigentes y los continuos incendios · Completan las obras con la mejora de calles

El alcalde visita el Molino de Los Díaz.
El alcalde visita el Molino de Los Díaz.
María Victoria Revilla / Almería

18 de enero 2012 - 01:00

El barrio de Los Molinos ha recobrado su emblema con una actuación emprendida por el Ayuntamiento de Almería de poca inversión, pero que ha servido para la puesta a punto del Molino de los Díaz, que se encontraba muy deteriorado debido a los varios incendios sufridos a lo largo del pasado año y a la entrada de personas sin techo. Las obras de mejora vienen aparejadas con la apertura de esta construcción, de 1849, como sede del Servicio de Voluntariado. Un uso éste con el que se pretende garantizar la correcta conservación del característico Molino y se da término a prácticamente treinta años de abandono.

El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, acompañado por miembros de su equipo de Gobierno, entre ellos el concejal responsable del proyecto, Manolo Guzmán, pudo comprobar ayer el resultado de los trabajos acometidos a lo largo de un mes, que le han devuelto al Molino sus aspas perdidas, recobrando también su prestancia con la eliminación de la multitud de pintadas que cubrían buena parte de sus muros.

Las obras, llevadas a cabo por Construcciones y Reformas Juysa con un presupuesto de 14.500 euros, han tenido como objetivo, en palabras del alcalde, "recuperar un patrimonio municipal que forma parte de la historia de los almerienses y que llevaba abandonado casi treinta años, a pesar de ser un emblema del barrio".

Octavio Díaz, su antiguo propietario, presente ayer en el acto, cedió el Molino de los Díaz -anagrama de su fábrica de embutidos-, al Ayuntamiento en 1988 con el compromiso municipal de conservar la construcción y rodearla de un parque. El Consistorio no acometió actuación alguna hasta 1996, cuando el Molino es rehabilitado para su apertura como Oficina de Turismo. Sin embargo, ha permanecido con las puertas cerradas (y tapiadas también sus ventanales debido a la entrada de okupas), hasta próximos días cuando, una vez seca la pintura, el Servicio Municipal del Voluntario le dé uso a este singular molino que mandó construir hace 160 años Gaspar Núñez.

Satisfecho por las nuevas obras, Octavio Díaz recomendaba ayer a los responsables municipales mantenimiento continuo para evitar, de nuevo, el deterioro progresivo del Molino e inversiones públicas estériles.

Las obras acometidas se completarán con el asfaltado de las calles aledañas y la ampliación de aceras, según anunció ayer Manuel Guzmán.

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