Moros y Cristianos combaten en Senés
La tradicional fiesta reunió a centenares de personas que no quisieron eludir a esta cita con el pequeño municipio
Unas fiestas que se han mantenido durante el paso de los siglos. Unos festejos que con mucho arraigo se han conservado y es que Senés, un municipio de tradiciones, todos los años coincidiendo con sus fiestas patronales en honor al Divino Rostro, celebra una de sus costumbres más famosas y reconocidas en toda la provincia , es decir, la Fiesta de los Moros y Cristianos.
Centenares de años han transcurrido desde que se interpretaron por primera vez. Como afirma el alcalde del municipio, Javier Sola: "En las primeras décadas del siglo pasado cesaron de celebrarse estas recreaciones y en 1945 se volvieron a retomar, ya que son un signo de identidad para Senés".
El fin de semana pasado nadie, que es conocedor de este evento, quiso eludir a la cita con el pequeño municipio. La localidad acogió a cientos de personas que viajaron desde diferentes puntos de la geografía española para acudir a este famoso acto. La representación de Moros y Cristianos se celebra en dos días, entre la tarde del sábado y la del domingo.
Desde su creación esta representación se ha mantenido fiel a la tradición. Los diálogos entre los generales, la suplica al Santo, el juramento de los musulmanes, el paseíllo de los embajadores en la plaza de la localidad, los abanderados jugando con sus banderas y el recuerdo a María Martínez.
Pero lo que diferencia a esta fiesta de todas las de esta naturaleza es en primer lugar, el momento en el que corren los caballos por el terreno colindante al pueblo llamado la Icará y recrean una batalla entre ambos bandos. En ese instante es habitual ver a los vecinos acomodados en los tejados de las casa para poder apreciar la actuación. Y en segundo lugar, cuando los espías de ambos bandos bélicos recitan de manera muy humorística las tradicionales cuartetas. En estas composiciones estos dos personajes narran los cotilleos que durante todo el año se han ido contando de los diferentes vecinos, pero con un toque de humor.
Pero el momento más esperado es en el que los protagonistas de estas narraciones tienen que ocupar el centro de la plaza para oír sus mulgas. Una de las personas que ningún año pasa inadvertido para los espías es el alcalde del municipio que con mucha compostura escucha su cintillo.
Pero otro de los datos más curiosos de las celebraciones de esta localidad es la generosidad de sus habitantes, ya que como confirma el primer edil de Senés a Diario de Almería: "Una de las costumbres de mi pueblo es que los vecinos den el llamado 'donativo'. De esta manera contribuyen con los gastos económicos de las fiestas" y añade: "Cada persona aporta lo que puede, es tan conocida esta petición que en ciertas ocasiones se nos ha olvidado pedírselo a alguien y se ha sentido molesto, porque se considera una actividad más de estos festejos".
Y al hablar de los Moros Y Cristianos declara: "Para poder hacer esta representación los actores llevan meses ensañando para que todo sea interpretado perfectamente" y prosigue: " Esta es una tradición que desde el Ayuntamiento estamos intentando mantener. Agradecemos a todas las personas que mantienen viva la llama de esta tradición año tras año con su calurosa participación".
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