Moros y Cristianos, una tradición que revive año tras año la historia

Un año más el pueblo de Carboneras vivirá su fiesta de Moros y Cristianos en honor a San Antonio, con la que se rememora uno de los momentos históricos más destacados del municipio: el intento de invasión musulmana a la localidad. Esta celebración, con grandes tintes religiosos, representa la batalla disputada entre los cristianos y los piratas berberiscos que llegaron a las costas de Carboneras.

La representación comienza con el desembarco de los moros en la playa y posterior asedio de la imagen del patrón por parte del bando morisco después de luchar contra el bando cristiano. Este último cae, pero no se rinde como se verá con posterioridad en la segunda parte en la que se representa una nueva lucha entre ambos bandos. Una batalla que tiene como vencedor a los cristianos que reconvierten a los moriscos al cristianismo.

Esta fiesta, que ha ido año tras año enriqueciéndose y moldeándose, se caracteriza por su espectacularidad, no sólo por los trajes (algunos con mucha historia, como los de los moros que tienen 30 o 40 años), sino por la participación de barcos y animales, sin olvidar la gran cantidad de pólvora utilizada.

A este respecto, Cristóbal Fernández, alcalde de Carboneras, declara que las fiestas de Moros y Cristianos de Carboneras "son originales y únicas", y por ello no necesitan compararse con ninguna otra, "como nos avalan nuestros siglos de historia", puntualiza.

El regidor carbonero añade, además, que estas fiestas en Carboneras consiste en una representación de un hecho histórico "con un texto literario muy importante". Dicho texto se remonta a un escrito de 1.900 que hace unos años arregló José Fernández, ex maestro del pueblo, que participa activamente en la organización de este evento.

En la representación participan aproximadamente entre 140 y 150 personas que han ensayado durante los últimos dos meses y medio para que todo salga perfecto bajo la Han sido semanas de ensayos para que todo salga perfecto bajo la batuta de Miguel Ruiz Cayuela.

Hay datos documentados que demuestran la antigüedad de estas fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Antonio de Padua, quizá las más emblemáticas de Carboneras. El libro de Cala y Flores, reeditado por Grima en 1993, recoge la historia de estas celebraciones.

En las páginas de este manual, se narra que dichas fiestas bien pudieron tener su origen entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, pues relaciona dicha celebración con la llegada al pueblo de la imagen de San Antonio de Padua, que iba camino de Portugal. Sin embargo, y así también consta en el libro, el patronazgo oficial no es reconocido hasta el 29 de abril de 1918.

Sea como sea, el 13 de junio es el momento más idóneo para estar en Carboneras y revivir su historia. Mañana quienes aún no la conozcan tienen una nueva oportunidad. Bien por la mañana, bien por la tarde, aunque lo mejor es disfrutar de este rincón durante toda la jornada.

De esta manera, podrán asistir a la primera parte de los Tradicionales Festejos de Moros y Cristianos, que se celebran en dos escenarios: el Parque Andaluz y Playa de Los Barquitos. La cita a las nueve de la mañana.

Concluida la representación, y con la vista en la segunda parte de la representación, los visitantes tiene la oportunidad de degustar deliciosas tapas elaboradas con típicos productos almerienses en la Feria del Mediodía. Ésta se celebra en una gran carpa con capacidad para más de 3.000 personas instalada en explanada del Puerto Pesquero. Los chiringuitos (en concreto, una decena) comienzan a calentar motores a partir de las 13:00 horas.

Con el estomago lleno y tras disfrutar de las fiestas junto a la gente del pueblo, habrá que regresar al parque Andaluz para no perderse la segunda parte de los festejos de Moros y Cristianos, que dará comienzo a las ocho de la tarde.