Mosaico de pivotes para adaptarse a la normativa

Altos, bajos, de piedra, con la insignia o como estiman las últimas normativas de seguridad, con espacios reflectantes; la capital cuenta con un amplio muestrario de pivotes e hitos a lo largo y ancho de la ciudad, más cuando están vinculados a las nuevas actuaciones de reurbanización en la calle. Pese a la disparidad de criterios entre los propios responsables municipales, puesto que muchos consideran más amables para el paseo los espacios diáfanos, más cuando las actuales mejoras en las calles van aparejadas a la cota cero de las aceras para garantizar la accesibilidad.

Ganan pese a ello quienes entienden que los pivotes evitan los aparcamientos indebidos en zonas prohibidas, por lo que prefieren los "continuos reajustes normativos", y adaptarse a las características legales de los elementos del mobiliario urbano que ya forma parte de las calles, principalmente del centro histórico.

Su instalación se convirtió en una de las principales reivindicaciones de los vecinos miembros de la asociación Casco Histórico en la pasada Corporación, aunque con la finalidad de que sólo los vecinos puedan acceder a algunas calles con sus vehículos los residentes en las calles con más historia. Finalmente la propuesta más consensuada es mantener algunas calles dentro del programa de peatonalización del centro de la ciudad.

Por el momento, la mayoría de los elementos utilizados son elementos fijos, a excepción de algún hito hidráulico como el que limita el paso a la puerta de la iglesia de San Juan.