Muere acuchillada en su casa una vecina de El Zapillo

Una mujer de nacionalidad rusa, identificada con las iniciales E. E. de 42 años y vecina del barrio almeriense de El Zapillo, falleció en la madrugada del día de Reyes apuñalada en varias partes del cuerpo. Su compañera de piso, también rusa, la encontró sin vida tirada en uno de los dormitorios de la vivienda y en medio de un gran charco de sangre, en el quinto piso del número 8 de la calle Rodrigo Vivas Miras (El Zapillo). De inmediato, "dando gritos y descompuesta" alertó a un vecino de lo sucedido, quien intentó tranquilizarla sin llegar a acceder a la casa "para no ver la dantesca escena" que la chica le había descrito.

Fue sobre las 02:40 horas cuando la joven avisó a la Sala del 091 de la Comisaría de Almería y comunicó los hechos. Hasta el domicilio se desplazaron los servicios sanitarios, que no pudieron hacer nada para salvar la vida de la víctima, y efectivos de la Policía Nacional del servicio de noche, quienes comprobaron que la mujer había fallecido acuchillada con un arma blanca de grandes dimensiones. También se desplazaron hasta el lugar la Comisión Judicial, Policía Científica y la Unidad de Delincuencia Especial y Violenta.

El ir y venir de la Policía no cesó hasta pasadas las 14:15 horas del mediodía de ayer. Durante toda la madrugada un amplio despliegue policial se afanaba en recopilar pistas del lugar del crimen, así como posibles hipótesis que pudieran reconstruir los hechos y llegar a desvelar a identidad del criminal. La Policía Científica concluyó la inspección ocular al mediodía después de un análisis "minucioso" y "muy detallado" de cada uno de los elementos encontrados en el escenario del homicidio.

Una caja de grandes dimensiones, en la que se podía leer "Homicidio Rusa" era el recipiente donde los agentes reunían infinidad de pruebas que ya están custodiadas en la Comisaría, a fin de realizar las correspondientes averiguaciones que los propios agentes han tildado de "muy complejas", según fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Nadie escuchó nada, y nadie podía creerse ayer lo sucedido. "Llevamos 35 años viviendo en esta calle y nunca había ocurrido algo semejante", aseguraba un grupo de vecinas que comentaban la tragedia de corrillo en corrillo. Los agentes han interrogada a todos y cada uno de los habitantes del bloque, en el que además de españoles viven ciudadanos latinos, chinos y rusos.

"Yo suelo irme temprano a dormir y no he sabido de la noticia hasta esta mañana a las 05:00 horas, cuando mi hija salió de su casa a trabajar y vio mucha policía en el edificio, y me avisó. Desde que supe que la chica ha muerto de forma tan violenta estoy con mal cuerpo. Qué desgracia, qué pena", repetía una y otra vez otra vecina del mismo bloque de viviendas, al tiempo que aseguraba que "tanto la fallecida como las otras dos compañeras que vivían con ella eran chicas muy agradables, que no han dado problemas desde que viven aquí, y que suelen ser muy agradables con la gente".

Valentín, uno de los vecinos que más conocía a la fallecida manifestó a Diario de Almería que la compañera de piso de la fallecida pasó la mañana descansando en su casa, después de haber pasado toda la noche en la Comisaría. "Ahora está durmiendo en mi casa porque tiene miedo de volver a la suya, y además, la Policía aún no ha terminado su trabajo y nadie puede entrar hasta que ellos lo ordenen" aseguró, mientras explicaba que "tanto la víctima, como sus dos compañeras, trabajaban de noche en un club de alterne de Roquetas de Mar. Ellas se arreglaban, salían de la casa por la noche y se iban a trabajar. De día descansaban".

El barrio quedó ayer conmocionado, sobre todo al contemplar la desolación de la joven que la encontró muerta y que, acompañada por la Policía Nacional, no podía dejar de llorar. "Cuando la vi no me pude contener y la abracé. Le di el pésame y un beso", indicó la vecina del primero mientras se llevaba las manos a la cabeza horrorizada por los hechos.

La trágica muerte se produjo apenas seis días desde de la entrada del nuevo año, y después de que el día 1 de enero la capital almeriense se despertara ya con el homicidio de un joven lituano acuchillado por su amigo. Fue el primer crimen del año en la provincia y en la región andaluza.