Muere desangrado con dos tiros de escopeta en San Isidro
La Guardia Civil investiga los hechos y trata de localizar al homicida. Los agentes barajan un posible ajuste de cuentas
Un joven de 25 años, identificado con las iniciales J.A.C.R, falleció en la madrugada del domingo al lunes de varios tiros de escopeta en el paraje conocido como Camino El Acebuchal, en la barriada nijareña de San Isidro. Los hechos ocurrieron sobre las 01:30 horas y no fue hasta cerca de las 06:00 horas cuando el juez ordenó el levantamiento del cadáver.
Fuentes de la investigación informaron a Diario de Almería de que el joven fue tiroteado, posiblemente con una escopeta de caza, y se investiga si también fue degollado o fue uno de los tiros el que desgarró gran parte del cuello del fallecido.
Una llamada anónima alertó a los efectivos de seguridad de que en la carretera había un hombre tirado en medio de un gran charco de sangre, después de que los vecinos escucharan varios disparos. Las pruebas en el camino de asfalto eran evidentes y la sangre llegó a manchar casi cuatro metros de la calzada, según indicaron los propios operarios de la limpieza que quitaron la sangre con mangueras y adecentaron el espantoso escenario que había teñido de rojo hasta la parte de tierra y matorral.
Ayer por la mañana nadie en el pueblo daba crédito a lo ocurrido. Los vecinos aseguran que el fallecido "era un chico normal y de buena familia, aunque son muchas las hipótesis que van de boca en boca en el municipio", como indicó una vecina del joven a este periódico, al tiempo que aseguró que "el joven recibió una llamada sobre las 00:00 horas, y una vez que estaba acostado se levantó y salió de la casa".
La Policía Judicial de la Guardia Civil baraja la hipótesis de un ajuste de cuentas como el origen del crimen y trabajan en la investigación del suceso, así como en identificar al presunto homicida.
Sobre las 11:00 horas agentes de paisano tocaban a la puerta de las viviendas más cercanas al lugar de los hechos para preguntar a los vecinos si habían escuchado algo.
Los padres del fallecido supieron de lo ocurrido a primera hora de la mañana, cuando la Guardia Civil tocó en su casa, en la calle Toledo de San Isidro.
El joven trabajaba con su padre en un invernadero de la familia e iba a cumplir 26 años.
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