Multas por excrementos a través de ADN

Un chip, el ADN y un aparato para analizar los excrementos de los perros. No haría falta nada más para que la imagen de las cacas por doquier pasara a mejor vida. En El Zapillo, los vecinos están cansados de tener que ir esquivándolas y el Ayuntamiento les comunicó que trabaja en una idea original, copiar otra idea original y extenderla al municipio. En municipios como Crevillent ya se están gestionando. La misma idea la valoran otros ayuntamientos como el de Zaragoza o Málaga, por lo que su expansión será rápida en un corto-medio espacio de tiempos. Se trata de identificar a los canes mediante el chip, este refleja su ADN y en caso de que dejara un excremento en la calle, se recogería una muestra de este, se analizará y ¡tachan! se sabría inmediatamente quien es el dueño que va dejando en el suelo los desechos de su mascota.

Se trata de una petición a la que el Ayuntamiento de Almería se ha comprometido a valorar, pues es cierto que aunque se aplicó una ordenanza para multar a los dueños, es muy complicado cazarlos. La razón es simple, los civilizados recogen las heces de sus perros, pero los que no, que también son muchos, solo las recogen si hay algún agente del orden cerca. En caso de no haberlo. La deposición se queda en el suelo a la espera de una suela desprevenida y lista para liberar su hedor.

El coste de este procedimiento, una vez que se haya adquirido el equipo necesario para llevar a cabo los análisis de las heces, no sería demasiado caro. Eso sí, habría que ver quien se hace responsable de lo que cuesta el chip, pues, en la actualidad, los que llevan perros o gatos sirve para detectarlos por posible pérdida, pero no contienen ninguna información del ADN de su mascota, por lo que habría que llevar a cabo una creación de base de datos y regeneración de chips que alguien tendría que asumir, bien la administración a través de los impuestos, bien los ciudadanos.

"¿Quién es más perro? Sus necesidades son tu obligación". Con este slogan y con una imagen de un perro y su dueño cara a cara, el Ayuntamiento de Almería puso en marcha, en diciembre de 2012, una de sus campañas de concienciación más agresivas con el objetivo claro de acabar con los excrementos de las mascotas en aceras, calzadas y jardines.

Estas sanciones están reguladas por el artículo 41 de la Ley 11/2003, de 24 de noviembre, de protección animal de Andalucía, BOJA 23 y también en la Ordenanza Municipal sobre animales domésticos que fue aprobada por el Ayuntamiento en 2004. No obstante Carlos Sánchez ha explicado que "el Ayuntamiento no tiene ningún afán recaudatorio, ya que mientras que la Ordenanza permite multar con 500 euros desde la primera sanción no lo vamos a hacer, sino que las primeras multas serán de 75 euros y el importe se irá aumentando en el caso de que el infractor sea reincidente".

En la campaña se colocaron un total de 60 mupis en diferentes emplazamientos de la ciudad. Instalaron un total de tres vallas con unas dimensiones de 8x3 metros. Pusieron una lona, con un tamaño de 1,70 x 1,20 metros en el Parque Canino del Parque del Andarax y se imprimieron un total de 1.000 carteles en tamaño A-3 a color que serán repartidos por los diferentes establecimientos comerciales y también por las Asociaciones de Vecinos de la capital.

Es difícil estar en todos los lados para ver las deposiciones.