Niños conocen los secretos de cómo 'mirar' a un perro en una jornada
Los pequeños de la Escuela de Verano del AMPA Ginés Morata acudieron al Criadero de Perros y Adiestramiento La Paloma para conocer cómo se mira a este animal
No hay perro malo, aunque sí dueños que provocan estímulos negativos en el animal. Un primer contacto con un perro grande y conocer que la mirada lo dice todo son algunos de las enseñanzas que aprendieron los pequeños de la Escuela de Verano de la AMPA Ginés Morata en el en el Criadero de Perros y Adiestramiento La Paloma.
El presidente de la AMPA, José Antonio Zapata, explica cómo surgió la posibilidad de celebrar esta actividad: "Una de las monitoras de la Escuela de Verano, Miriam Dorigo, nos propuso esta actividad y nos pareció bien porque los niños se ponen en contacto con la naturaleza y con los animales. Es necesario este tipo de acciones, ahora que estamos en época de abandono de animales, para que se conciencien. Hay que cuidarlos, conocerlos y saber su comportamiento".
Zapata señala que durante toda la mañana "disfrutamos de ver exhibiciones, de que los niños corran por el criadero, ver los cachorros, cómo se trabaja con los perros, incluso tenemos dos niños con necesidades especiales que les ayuda esta actividad como algo terapéutico".
Las distintas explicaciones corrieron a cargo de Francisco Martín, del Centro Canino Las Palomas: "Abrimos en 1993 y soy educador titular por la Real Sociedad Canina de España. Es un criadero, residencia de perros y gatos, y contamos con adiestramiento civil y deportivo".
Para el experto canino, esta actividad ha sido muy gratificante porque "es la primera vez que tratamos con niños. Es muy importante evitar que abandonen a los animales, y que sepan tener perros y cuidarlos. También conocen quienes son los líderes de la manada".
Desde primer momento, el experto les contó a los niños que antes de tocar al animal había que tener cuidado y cautela. Mirar el estado en el que se encuentra el animal y ver su mirada. Si es noble con una acaricia suave y sin hacer aspavientos para que el animal no reaccione de forma agresiva.
Martín sacó a varios niños para que acariciaran a un rottweiler, uno de esos perros denominados como peligroso. Pero el animal demostró su nobleza e incluso se puso bocarriba pata que los pequeños acariciaran su tripa.
Tras este momento, los pequeños disfrutaron de una exhibición de un pastor alemán que buscó la pelota, superó varios obstáculos y siguió las órdenes de su instructor sin dudarlo.
Los pequeños pudieron conocer que una buena educación en el animal por parte del dueño es básica para que su conducta sea lo más satisfactoria en su día a día.
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