La ONCE paga tasas por quioscos que no existen desde hace 20 años

La organización de ciegos se ha percatado ahora y da de baja a doce de estos templetes por los que cobra el Ayuntamiento · La dirección quiere negociar para que al menos le devuelvan 9.000 euros

Una mujer comprueba la lista de premios expuesta en un quiosco de la ONCE en el Paseo.
Una mujer comprueba la lista de premios expuesta en un quiosco de la ONCE en el Paseo.
María Victoria Revilla / Almería

08 de agosto 2012 - 01:00

Una sorpresa mayúscula, máxime en tiempos de crisis, se ha llevado la ONCE en Almería cuando, revisando el libro de números, se ha percatado de que ha estado pagando al Ayuntamiento de la capital por quioscos que no existen ya desde hace veinte años. Se desconoce la cuantía de este presumible caro error -al menos no se ha hecho pública-, pero la dirección almeriense de la Organización Nacional de Ciegos Españoles pretende negociar con los responsables municipales para que el Consistorio le reintegre unos 9.000 euros.

La ONCE paga anualmente por cada quiosco los importes correspondientes por la ocupación de la vía pública, una tasa, recogida en la ordenanza fiscal número 24, que varía en función de la categoría de la calle y el espacio ocupado, pero que en el caso de los templetes de cupones puede alcanzar los 470 euros al año. Según ha explicado la directora de la ONCE en Almería, Rosario Sedano, la Organización ha estado pagando religiosamente esta ordenanza por quioscos que habían sido trasladados, pero cuyo cambio de ubicación no había sido notificado al Ayuntamiento. No se habían dado de baja, por lo que la ONCE ha estado abonando por duplicado durante años por doce de sus quioscos, un fallo del que la Organización se responsabiliza.

El subdirector de la delegación almeriense, Carlos Calatrava, explica que, con la entrada de la nueva directiva el pasado verano, el departamento revisa las cuentas, percatándose de que "hay cosas que no cuadran". Comienza un periplo de indagaciones y comprobación de documentos que da por resultado el pago de la tasa, por ejemplo, por un quiosco en la calle Murcia, que no existe desde 1992. Es el más antiguo del listado total de doce templetes que han cambiado de ubicación en distintos años y cuya tasa ha ido incrementándose con el paso del tiempo siendo el último ingreso de 305,88 euros.

En la misma situación se encontraba el antiguo quiosco de la Puerta Purchena, suprimido del mapa debido a que su lugar lo ocupa ahora la entrada del aparcamiento subterráneo de Obispo Orberá. La ONCE, sin embargo, ha venido ingresando a las arcas municipales 470,71 euros anuales, "cuando en 2009 debía haberse dado de baja". Se repite la situación con los ubicados antes en carretera de Málaga, junto al bar Los Sobrinos, avenida Pablo Iglesias o Quiosco Amalia. El último de los templetes de cupones dados de baja dejó libre su habitual emplazamiento en 2012.

Los quioscos no se han suprimido, sino cambiado de ubicación por intereses comerciales a otros puntos de la ciudad, por lo que se presupone que la Organización ha estado pagando por duplicado. No responsabilizan al Ayuntamiento, si bien la directiva pretende negociar para cerrar un acuerdo que le reporte el reintegro de al menos 9.000 euros. Explica Calatrava en este sentido que, en determinados casos, los quioscos fueron retirados de la zona por orden municipal.

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