Almería

Obras para evitar derrumbes en la Autovía del Mediterráneo

  • Se han colocado más de ocho mil metros de malla en taludes para que no hayan desprendimientos que podrían causar accidentes a los distintos viajeros

En el punto kilométrico 500 de la Autovía del Mediterráneo, cinco hombres araña se funden a más de cuarenta grados en una malla de triple torsión. Llevan en el tajo más de seis horas bajo el paraguas del sol sin una sombra donde aliviar la inclemente solana. Trabajan en la protección de taludes, no sea que alguna o varias piedras se desprendan hacia el asfalto con la posibilidad de provocar algún accidente. La seguridad vial sí es cosa de todos.

De 4 metros de ancho cada paño, el talud se ciñe con fajas de malla cosidas entre sí. La operación, a simple vista sencilla, es de enorme complejidad y, sobre todo, requiere de un gran esfuerzo de los 'spiderman' prendidos en un arnés de seguridad. Pedro Gázquez, jiennense de pro y encargado de las operaciones, cuenta que "en tres días hemos enmallado 8.000 metros cuadrados. Nos queda ahora poner malla allí enfrente, en dirección Almería, unos 900 metros. Nada, poca cosa". Para el que mira es posible, para quienes trepan por la ladera es otro cantar.

Oiga, Pedro, y la malla ¿cómo se coloca, cómo se fija para que no caiga? "Primero se sube la malla, se deja caer por metros, se cosen los paños y se fijan al terreno mediante anclajes de ochenta centímetros de profundidad y 20 centímetros de diámetro. Esto que hacemos es una medida preventiva para evitar algún accidente a los viajeros". Con taladros y martillos neumáticos, añade. Mejor no preguntar cómo se hacía hace 50 años, si es que se hacía esta tarea, aparte de pintar los árboles al borde de la carretera con una franja blanca, según cuentan aquellos que aún recuerdan los anuncios en cerámica de 'Nitrato de Chile'.

Entre otras técnicas de estabilización y control de la erosión de taludes y laderas inestables, con respeto al medioambiente, la malla tendida o con contrapeso es una solución que conduce la caída de material, más que detenerla. Las piedras se deslizan de forma controlada entre el talud y la malla, permaneciendo, de este modo, depositadas en la cuneta sin llegar a la calzada o a la vía.

Las actuaciones más habituales se producen junto a carreteras y vías férreas. Los trabajos de instalación de cualquier tipo de malla metálica se llevan a cabo bajo las medidas de seguridad más estrictas y siempre por parte de equipos especializados.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios