Oncólogos del Instituto Curie de París ya estudian el caso de Nora

Los profesionales oncológicos del Instituto Curie de París ya estudian el caso de la pequeña Nora. El pasado lunes, la familia partió hacia la capital francesa en la que han puesto toda su esperanza para luchar contra el cáncer que sufre la niña de seis años. Nora ha sido intervenida quirúrgicamente en el Hospital Torrecárdenas de la capital almeriense hasta en tres ocasiones desde 2011, ha recibido 33 sesiones de radioterapia y 5 de quimioterapia sin haber vencido a la enfermedad oncológica.

Ahora, su esperanza de vida está en París, en el Instituto Curie, uno de los dos únicos centros de Europa, (junto con otro en Suiza) que dispone del tratamiento conocido como protonterapia. El compromiso y la solidaridad del Servicio Andaluz de Salud (SAS) a través de los doctores que están tratando a la menor en el Hospital Torrecárdenas, han sido el primer paso para conseguir que la pequeña sea tratada en el prestigioso centro francés. El primer paso es el estudio del caso. A partir de ahí, los expertos determinarán si proceder o no al tratamiento de la menor.

En el caso de llevarlo a cabo es el SAS el que hace frente a los gastos del mismo. La administración sanitaria también abona el traslado de la menor, que en este caso se ha realizado en un coche particular. La asociación de padres de niños con cáncer de Almería (Argar) ha sido otro de los grandes apoyos para los padres a quienes además de asesorar en todos los trámites necesarios, ayudarán con 50 euros diarios en concepto de dietas. Nora se ha marchado hasta París acompañada de sus padres y sus dos hermanas de corta edad que han querido permanecer junto a ella a lo largo de este proceso.

Tal y como han detallado expertos en radioterapia oncológica, la protonterapia, terapia de protones o terapia con protones es un tipo de radioterapia externa (RTE) que usa un haz de protones para irradiar el tejido afectado por un tumor.

La principal ventaja de la terapia protónica, comparada con otras formas de radioterapia externa, es la posibilidad de localizar dosis más altas en el tumor al tiempo que se mantienen bajas las dosis de las estructuras críticas adyacentes o bien de mantener la dosis en el tumor mientras se reducen las dosis totales de las estructuras críticas. Para el tratamiento de tumores más profundos, el acelerador de protones debe generar un haz con mayor energía, normalmente dada en electrovoltios (eV). Tumores próximos a la superficie corporal se tratan usando protones con menor energía. Los aceleradores usados en la terapia protónica esencialmente generan protones con energías en el rango de 70 a 250 MeV (Mega-electrovoltios: un millón de electrovoltios).

A causa del ajuste de energía de los protones durante la aplicación del tratamiento, el daño celular debido al haz protónico se maximiza dentro del mismo tumor. Los beneficios de la protonterapia son diversos. Así, teniendo en cuenta que la mayoría de los casos de cáncer comienzan con una lesión local que se extiende (hace metástasis) hacia otras partes del cuerpo, si logra erradicarse la lesión local antes de que la enfermedad se extienda, es posible curar el cáncer.