El Ayuntamiento de Almería desplegó ayer una operación policial en El Puche al objeto de disolver de forma definitiva el mercadillo ilegal que los miércoles se instala en este barrio de la capital. El dispositivo ha contado con el respaldo de la Subdelegación del Gobierno central, que prestó la asistencia de la Policía Nacional en refuerzo de los agentes locales que han formado parte de esta primera visita de advertencia. La próxima semana no dejarán montar sus puestos a ningún vendedor, ya que este punto de venta escapa a los controles sanitarios y de seguridad arbitrados desde el Consistorio.

El despliegue se efectuó muy temprano, aprovechando los agentes el momento de instalación de los puestos, que normalmente suelen organizarse a partir de las seis de la mañana en los aledaños de la entrada al polígono del Sector 20. Los vendedores, en su mayoría inmigrantes, fueron advertidos verbalmente de su situación ilegal y de la decisión municipal de disolver este mercadillo, que ya era adelantada a los medios de comunicación el pasado mes de agosto con una intervención "no agresiva", explicaban entonces los responsables municipales.

La próxima semana los agentes volverán a personarse a El Puche al objeto de comprobar que la advertencia ha sido tenida en cuenta y levantar a aquellos puestos que, en su caso, hayan hecho caso omiso a la orden.

La disolución del mercadillo de El Puche coincide en el tiempo con el proceso emprendido por el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Salud y Consumo, de renovación de licencias, con el que el Consistorio exige al sector estar al corriente en el pago de tasas para poder ejercer la venta ambulante. De hecho, a partir de este mismo viernes aquel comerciante que no tenga la nueva cartulina reglamentaria no podrá montar su puesto en ninguno de los seis mercadillos legales que concentra el término municipal de Almería.

Los emplazamientos de la venta ambulante reconocidos por el Ayuntamiento, y tutelados desde el punto de vista sanitario y de seguridad, son los de la Bola Azul (lunes), el Estadio (martes), la Plaza de Toros (viernes), antiguo recinto ferial en la avenida del Mediterráneo (sábados), y El Alquián (domingos), más el diario de la plaza Pavía, ya que el de Cabo de Gata está pendiente de ser regularizado.

Es el único que verá este año sus papeles en orden, estrenando, además, nueva ubicación, lo que deja al margen de la legalidad el de Piedras Redondas.

Es otro mercadillo en el punto de mira municipal. No hay declaraciones oficiales respecto al mismo realizadas a lo largo del día de ayer, si bien en agosto del pasado año el Ayuntamiento avanzaba su intención también de disolver esta venta ambulante junto al de El Puche, con otra intervención policial que podría efectuarse en próximos días sin previo aviso.

Las quejas por la celebración de estos dos mercadillos han sido múltiples desde su aparición por la ocupación ilegal de aceras, pasos de peatones y vías rodadas ante el riesgo de seguridad para peatones y conductores. La falta de limpieza posterior se suma a otros problemas asociados a la inexistencia de un control adecuado sobre la mercancía puesta a la venta, en especial de los alimentos al carecer del control y confianza sanitaria. Otra cuestión añadida es la indefensión del consumidor al desconocer la procedencia del producto y al no disfrutar de la garantía de poder reclamar en el caso de que no esté satisfecho con la compra.