'El Palomares' y 'El Gorrión', dos artistas de la copla y el flamenco

A la sombra de un naranjo de naranjas amargas, en un lateral de la plaza Mayor de Turre, tres cafelitos y una conversa. Su padre, el padre de Antonio Carmona Haro, se vino de Palomares a Turre cuando Antonio contaba ocho años de edad. Se quedó con 'El Palomares' de por vida, pese a llamarle la gente Carmona, cosas. Con el ánimo puesto en el recuerdo de su padre, cuando Antonio Carmona se sube a un escenario es 'El Palomares'. Tras la otra taza de café Francisco Fernández Fernández, llamado 'El Gorrión' porque "un tío mío me decía que yo era más dañino que los gorriones y con el apodo me quedé". 'El Gorrión' y 'El Palomares', monta tanto, al canto y al toque; una pareja artística que se conserva envidiablemente física y mentalmente. Antonio Carmona se cuida la garganta, en tanto que Francisco Fernández tiene las yemas de los dedos encallecidas de pulsar las cuerdas de la guitarra y el resto de las manos con el callo de las tomateras que le pagaban a seis reales la hora cuando entonces. Carmona trabajó en el campo recién cumplidos los once años y en él estuvo hasta que se pasó al Pirineo catalán, Andorra, Lérida, Francia, donde le nació una hija, y volvió a Turre a la construcción y de los ladrillos a la jubilación. Allí dónde había una peseta después un euro, allí estaba Carmona 'El Palomares' "había que dar de comer a cuatro hijos". 'El Gorrión' dejó el campo y se hizo fontanero, el fontanero municipal de Turre hasta la reciente jubilación.

Carmona, 'El Palomares', cantaba como un jilguero. De niño, los mayores le metían al bar a que cantara a lo Antonio Molina, su ídolo musical. De más grande se hizo con el flamenco gracias a la afición por el cante de Manolo Escobar, Juanito Valderrama. En Francia era juntarse un grupo de españoles, ya se sabe, la canción española, algo de flamenco y suspiros de España. Ya en Barcelona, pues que no quiso ir al Apolo a los concurso de cante, ¡cachis!, y la copla se quedó sin otro Joselito, por poner.

En Turre había un gitano ciego que tocaba la guitarra, el tío Andrés 'El Antón', "eso era el no va más", cuenta Francisco Fernández 'El Gorrión', "de él me vino la afición y me enseñó, porque hay mucha gente que toca la guitarra pero no llevan el compás y cuando acompañas a un cantaor lo que vale es el compás y meter al cantaor dentro de la guitarra". Al primero que acompañó a la guitarra, sin saber tocar dice 'El Gorrión', fue a Manolo Escudero, le pidió una malagueña de la que Francisco salió como pudo y Dios le dio a entender. En Turre, se quedó lo que pudo ser un 'Gorrión' de Lucía o un 'Gorrión' Sanlúcar sin ir más lejos.

Carmona 'El Palomares' se siente a gusto si le acompaña a la guitarra Francisco Fernández 'El Gorrión', lo mismo que le pasa a 'El Gorrión' con 'El Palomares'. Son buenos en lo suyo, no, mentira, son extraordinarios. Vaya, les pilla de más jóvenes y se llevan el 'Tú sí que vales', 'Operación Triunfo' y lo que se les pusiera por delante porque son 'El número 1'. Actúan cuando el Ayuntamiento de Turre se lo pide y en ocasiones contadas como ahora, en verano, que tocan en diversos lugares.