Almería

Al Parlamento Europeo le bastan siete minutos para dar rienda suelta al acuerdo

  • Los europarlamentarios españoles cumplen su compromiso con el sector agrícola nacional y votan en contra · Adopta una resolución sobre las quejas de fraude

A las 12:15 horas comenzaba la votación y a las 12:22 horas estaba todo finiquitado. El pleno del Parlamento Europeo votaba a favor del nuevo acuerdo agrícola con Marruecos, que permitirá continuar la entrada en el mercado comunitario de un listado de productos agrícolas marroquíes. El acuerdo se ha aprobado con un margen de 144 votos de diferencia. Tanto el ponente como los eurodiputados españoles votaban en contra, por considerarlo contrario a los intereses de los agricultores españoles.

El acuerdo, que era ratificado por 369 votos a favor, 225 en contra y 31 abstenciones, establece la liberalización del comercio de todos los productos agroalimentarios, salvo los que la Unión Europea considera sensibles para el mantenimiento de la economía agrícola dentro del territorio comunitario (como el tomate, el pepino, el calabacín, la fresa, las clementinas, el ajo y el azúcar). El resto de productos no tendrán un límite de importación ni precios fijos de entrada. Para los productos sensibles, se aumenta también la cuota que Marruecos podrá vender a Europa, lo que preocupa a los agricultores de regiones como Canarias, Andalucía (principalmente al sector de frutas y hortalizas almeriense) y Murcia.

La mayoría de los eurodiputados estima que la apertura de los mercados y la integración progresiva en el mercado interior de la UE es un instrumento poderoso para el desarrollo de los países del sur del Mediterráneo, como Marruecos, y ayudará a mitigar la pobreza y desempleo que provocan los problemas económicos, migratorios y de seguridad en la región. Comparado con el anterior acuerdo con Marruecos, vigente desde enero de 2004, el nuevo texto liberalizará con efecto inmediato el 55% de los aranceles de productos agrícolas y de la pesca de Marruecos (antes era un 33%) y el 70% de los aranceles de productos agrícolas y de la pesca de la UE en un plazo de diez años (hasta ahora era un 1%).

La balanza comercial, por tanto, resultará positiva para la UE en su conjunto, según el PE, aunque el tipo de productos europeos que Marruecos consume se corresponden más con los producidos en el centro y norte de Europa (cereales, leche), mientras que los productos marroquíes consumidos por los europeos (tomates, pepino, calabacín, fresas) suponen en su mayoría una fuerte competencia para los pequeños agricultores del sur de Europa.

El ponente del informe, el francés José Bové (Los Verdes), así como los eurodiputados españoles y varios miembros del grupo de Izquierda Unitaria (GUE) y de Los Verdes votaron en contra del acuerdo por entender que la liberalización de estos productos supondría una competencia injusta para los productores europeos de frutas y verduras. La situación del Sáhara Occidental también era tema de preocupación para un número de eurodiputados contrarios al acuerdo, tema que recogía el informe de Bové, que tras sufrir enmiendas y cambiar su sentido en la Comisión de Comercio Internacional, su autor pidió ayer que se votara en contra del mismo, petición que no surtió efecto. Tras la votación y en protesta por la ratificación, Bové decidió retirar su nombre como ponente del informe, "dado el resultado, tengo que aceptarlo pero retiro mi nombre de mi informe. Espero que la Comisión tenga en cuenta los debates que se han desarrollado", expuso el francés en su intervención.

Durante el debate en el pleno, los eurodiputados en contra del acuerdo denunciaron además las pésimas condiciones salariales de los agricultores marroquíes, la falta de normas fitosanitarioas o de seguridad alimentaria y el hecho de que algunas de las zonas donde se cultiva son casi desérticas y obligan a utilizar hasta 10 veces más de agua de lo habitual, lo que perjudica al medio ambiente.

Junto al voto de ratificación del acuerdo, el pleno adoptó una resolución aparte, presentada por los grupos PPE, S&D, ALDE y ECR, que denuncia numerosas quejas de fraude por parte de los productores marroquíes en el sistema de cuotas y de precios de entrada. Exigen por tanto a la Comisión mejores sistemas de control que eviten este tipo de irregularidades. La Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, Fepex, también se dirigió a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo a este respecto.

Tras la votación de ayer ahora toca corregir las deficiencias aduaneras exigiendo el estricto control a las importaciones y hacer productos más competitivos.

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