Pedro duque honoris causaLa "tierra de la luz" concede el título de doctor al astronauta

El ingeniero aeronáutico y astronauta de la Agencia Europea del Espacio (ESA), Pedro Duque, ha sido investido este jueves Doctor Honoris Causa por la Universidad de Almería, una provincia sobre la que dijo: "Es un orgullo recibir en esta tierra de luz esta importante galardón". Su trayectoria profesional ha destacado por su contribución a la ciencia y la tecnología de la exploración espacial, además de haber participado en varias misiones espaciales. La primera, la STS-95 del transbordador espacial Discovery, a la que siguió después la Misión Cervantes a bordo de la nave Soyuz TMA.

La ceremonia de investidura estuvo presidida por el rector de la UAL, Carmelo Rodríguez, que estuvo acompañado por el rector de la Universidad Politécnica de Madrid, Guillermo Cisneros Pérez. En este campus se licenció Duque como Ingeniero aeronáutico en el año 1.986.

La propuesta de investir a Duque como doctor Honoris Causa fue aprobada por el Claustro el 15 de mayo y la decisión se materializaba con el acto que acogió ayer el Paraninfo, un evento que daba comienzo con la llegada de los miembros del Claustro bajo los sones del canto gregoriano Veni, Creator Spiritus, que fue interpretado por la coral universitaria.

Iniciado el acto y con el beneplácito del rector se dirigió al atril el vicerrector de Investigación y catedrático de Física, Antonio Posadas, que ha sido el padrino del homenajeado y, por tanto, el encargado de pronunciar la laudatio del ingeniero aeronáutico.

En su discurso de elogio, Posadas ha recordado la trayectoria profesional del homenajeado sobre el que ha asegurado que ha sido "el español que más alto ha llegado, puesto que ha logrado ascender a 500 kilómetros de altura y encima ha sido el que más rápido lo ha hecho".

Su intervención concluyó con una nota de humor en un acto solemne, simbólico y emotivo, recordando al público que "de todas las teclas del ordenador la preferida de Duque no es otra que el espacio".

Terminado el laudatio se procedió a la investidura en sí. El astronauta y su padrino se situaron frente a la mesa juramento y fue el rector el que anunció: "Os confiero el grado de doctor y os entrego el título que atestigüe en todas partes y para siempre el grado de tan alta dignidad". Después, el Honoris Causa recibió sus insignias: el birrete laureado, el anillo que sella la alianza con la sabiduría y la justicia, el libro de la Ciencia y los guantes blancos, símbolo de pureza y fortaleza.

Al acabar el acto de investidura, Pedro Duque pronunció su discurso que comenzó diciendo que para él era "un gran orgullo que la Universidad de Almería haya pensado en mí para este galardón".

En su discurso ha expuesto los retos que hoy en día se presentan para continuar con la exploración espacial. Uno de las metas está la de afianzar las tecnologías usadas en los años 60 para la exploración pionera. También es necesario "perfeccionar los sistemas de soporte a la vida de la Estación Espacial para poder usarlos de forma fiable en viajes interplanetarios sin que requieran suministros ni repuestos adicionales". Además, ha incidido en que hay que desarrollar tecnologías para frenar al llegar a los destinos, pues "en Marte no se puede posar nada más grande que un modelo de coche Smart".

Para cerrar el acto intervino el rector Carmelo Rodríguez, que aseguró que para la UAL y él ha sido un honor haber investido como Doctor Honoris Causa al primer astronauta español, al que se le ha concedido la más alta condecoración universitaria por su meritoria trayectoria profesional.

El máximo responsable de la Universidad también expuso que "contar con el doctor Pedro Duque significa disponer de un embajador de los objetivos y valores que promueve la UAl". Acabó su turno afirmando que "la presencia hoy aquí de Pedro Duque, uno de los científicos españoles más reconocidos, encumbra a la Universidad de Almería y a esta provincia a lo más alto del panorama científico nacional".

"Almería es tierra de cine, de turismo, de innovación agronómica, el huerto de Europa, pero también (y quizás de forma menos conocida), una tierra que mira al espacio y al cielo. La investigación en el desarrollo de las energías solares renovables en el desierto de Tabernas o los telescopios de observación de Calar Alto, en uno de los cielos más despejados de Europa, favorecen que estemos más cerca de las estrellas", concluyó Rodríguez.