Pescador, una profesión a punto de morir en Balerma

Mientras hace pocas décadas todas las familias vivían de la pesca artesanal, hoy en día sólo sobreviven en este oficio cuatro vecinos · Los invernaderos, los responsables

Se utilizaban barcos más grandes que llamaban las parejas porque pescaban de dos en dos.
Carmen López / El Ejido

22 de mayo 2012 - 01:00

De la mar el Mero y de Balerma el balermero". Es un dicho que repiten mucho los vecinos del municipio ejidense. Un núcleo en el que prácticamente todas las familias, hasta hace pocas décadas, vivían por y de la pesca. La actividad económica principal es en la actualidad, la agricultura intensiva, el cultivo bajo plástico. Aunque a lo largo de su historia, en Balerma ha sido siempre más importante la actividad pesquera e industrial relacionada con el mar. Solo tras la progresiva decadencia de este medio de vida, la pesca pasó en un primer momento a segundo plano en la economía local, hasta que en la actualidad, prácticamente ha desaparecido como actividad económica. "Hoy en día en este pueblo apenas cuatro familias vivimos de la pesca", afirma Manuel Ferrón Gómez, pescador y miembro de una de las familias de pescadores más conocidas y antiguas de la localidad, "Los bigotes".

Como la mayoría de balermeros, sus antepasados ya eran pescadores. Sus abuelos se dedicaban a la pesca, después su padre, su primo, hermano y él, y ahora el legado también ha llegado a su sobrino; y tal y como añade, "yo porque tengo hijas, si tuviera hijos seguro que se dedicarían a este oficio también". Ferrón recuerda cómo hace unas décadas "aquí en Balerma había una flota muy grande de barcos pesqueros, pero al no haber puerto los pescadores emigraron y se fueron a Almería o Adra. Aquí, al no tener puerto si la mar está revuelta no podemos salir, en cambio, en los puertos sí pescan más porque salen más, les molesta menos el tiempo, excepto si hace viento que no salen a pescar, pero en cuanto deja de haber viento, ya pueden salir".

Cada día, cuando sale a pescar mira el mar con nostalgia, la de saber que "es una lástima pensar que en Balerma desparezca este oficio. Fomentarlo es complicado". Balerma cuenta con 6 kilómetros de playa, una buena parte de ella está urbanizada, con un paseo marítimo que cada día acoge a multitud de vecinos que se acercan a pasear o a practicar deporte. Pero pasear por esta vía también supone pasear por el pasado. Y es que son varias las zonas de arena que aún hoy cuentan con barcas que en otro tiempo salían a diario a pescar y ahora se han quedado varadas como recuerdo de otro tiempo. "Antes había barcos más grandes que llamaban las parejas porque pescaban de dos en dos. Balerma estaba entonces dividida en dos partes, la de arriba y la de abajo, y había una treintena de barcos en cada una de ellas", añade Ferrón con media sonrisa en su rostro. Ahora, esta pesca artesanal está abocada a desaparecer como oficio y a permanecer sólo en el recuerdo de quienes han vivido la mar desde que tienen uso de razón, y por ende, no imaginan su vida en Balerma sin que las redes y las barcas formen parte de ella.

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