Tribunales

Pesticida: el filicida de Alboloduy usó este producto para matar a sus hijas

Minuto de silencio en Abla por el parricidio de Las Alcubillas de Alboloduy

Minuto de silencio en Abla por el parricidio de Las Alcubillas de Alboloduy / Marian León (Las Alcubillas de Alboloduy)

Había pocas dudas y la autopsia las ha terminado de despejar. Larisa y Elisa, las niñas de 2 y 4 años cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados este domingo en un cortijo de Las Alcubillas, en Alboloduy, fueron envenenadas con un pesticida, la misma sustancia que usó su padre para suicidarse tras presuntamente matarlas.

El informe preliminar de la autopsia realizado a los cuerpos de los tres confirma que la muerte se debió a una intoxicación por pesticida. Aunque no todos perecieron a la vez. Las pequeñas expiraron sobre las nueve y media de la mañana, y su padre lo hizo cerca de la medianoche. De hecho, cuando la comisión judicial y los servicios de emergencia sanitarios acudieron al lugar de los hechos, el supuesto filicida aún se encontraba con vida pero falleció al poco tiempo.

Las horas arrojan además otro dato importante: en la serie de incumplimientos del régimen de visitas, las niñas se encontraban con quien les iba a dar muerte cuando no les correspondía. Cabe recordar, que el progenitor sólo podía verlas los sábados y domingos, de doce del mediodía a seis de la tarde.

Y aunque también era algo que pocos dudaban, el Ministerio de Igualdad ha confirmado este martes el asesinato de las dos niñas como un caso de violencia vicaria. Con estos datos, el número de menores de edad asesinados por violencia de género asciende a cuatro en 2024 y a 54 desde 2013, cuando se empezaron a contabilizar estos casos.

Larisa y Elisa serán enterradas este miércoles en Abla, localidad en la que reside Alina, su madre. Según ha explicado el alcalde de Abla, Javier Sánchez, una vez concluidas las autopsias en el Instituto de Medicina Legal de Almería (IML), los cuerpos de las pequeñas fueron trasladados al tanatorio del pueblo, para ser velados durante un día.

En este caso serán enterradas en el cementerio este mismo miércoles, dónde el Ayuntamiento ha habilitado un nicho municipal que ha sido donado a la progenitora. El regidor ha destacado el deseo de la madre de pasar estos últimos momentos junto a sus hijas en la más estricta intimidad y con tranquilidad.

Además, el regidor ha manifestado que “en la calle todos los vecinos te preguntan” y ha añadido que. “están muy tristes todos. Nos han pedido que organizáramos una aportación económica a la madre, quieren donar para ayudarla, por lo que hemos abierto dos cuentas para que puedan hacerlo todos los que quieran colaborar. Este pueblo es muy pequeño, todos nos conocemos y algo así cala mucho en la sociedad”.

Este triste caso se conoció después de que Alina, la madre de las menores, de 23 años y origen rumano, se extrañara de que sus hijas no habían regresado a tiempo hasta Abla, donde residían desde hacía unos dos años.

Una vez alertado sobre las 22:30 horas el puesto de la Guardia Civil de Gérgal, municipio que comparte territorio con el diseminado de Alboloduy donde ocurrieron los hechos, los agentes encontraron a las niñas y su padre en un cortijo apartado y ubicado junto a una finca agrícola con un vehículo en la entrada.

Según informó el TSJA, el presunto asesino, de 35 años y también de origen rumano, tenía un régimen de visitas de las menores reconocido judicialmente los sábados y domingos entre las 12:00 y las 18:00 horas y una orden de alejamiento por maltrato para evitar el contacto con su expareja y madre de las niñas.

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