Tribunales

Piden prisión por provocar incendio que calcinó 400 hectáreas en Bédar

  • Provocó la evacuación del pueblo por realizar trabajos con una radial durante el verano de 2012

Llamas y humo en la Sierra de Bédar.

Llamas y humo en la Sierra de Bédar.

La Fiscalía de Almería ha interesado una pena de dos años de prisión para un hombre que presuntamente provocó un incendio forestal que calcinó unas 400 hectáreas y provocó la evacuación de un pueblo del Levante almeriense por realizar trabajos con una radial durante el verano de 2012.

La calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso Efe, señala que el acusado vivía en un cortijo aislado en el paraje Cerro Mojón, en el término municipal de Bédar. En la finca, colindante y perpendicular a la carretera AL-6109, desde la que el inmueble tenía acceso, tenía instalada una "mínima infraestructura para ganarse la vida con medio lícitos aunque informales".

En concreto, se trataba de un quiosco de exposición para vender artesanía procedente de Marruecos, un almacén y taller de chatarra en el que trabajaba la forja de hierro; animales y cultivos de granja para su propio consumo, y al fondo de la parcela la casa en la que residía con su esposa, que carecía de electricidad y agua corriente.

El escrito indica que el 24 de agosto de 2012, el acusado compró por mil euros un contenedor de "grandes dimensiones", que instaló en la entrada del cortijo, comenzando esa misma tarde a abrir con una radial un orificio a modo de ventana en el techo.

La mañana siguiente continuó esta tarea con el apoyo de otra persona, a pesar de que "no disponía de medidas de protección o seguridad algunas para sí mismo o su compañero, el cortijo ni el entorno", sin tener en cuenta la "evidente peligrosidad" del uso de las herramientas utilizadas por las "altas temperaturas propias del verano" y la vegetación "muy seca" de matorral que rodeaba el cortijo.

Así, sobre las 11:45 horas del 25 de agosto, según el fiscal, el acusado se apercibió de que unas chispas o esquirlas de metal candente habían caído por detrás del contenedor sobre el matorral, prendiéndose fuego de inmediato.

El Ministerio Público sostiene que el acusado descendió del contenedor y "a toda prisa" se dispuso a apagar el fuego arrojándole todo el agua que tenía la finca, que resultó insuficiente puesto que las llamas se "propagaron a gran velocidad" alcanzando la superficie forestal y agrícola próximas, "extendiéndose luego por todo el término municipal, incluidas las zonas residenciales".

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