Piratas del aceite vegetal usado

Dicen que la pobreza agudiza el ingenio, pero no siempre es hacia algo positivo. Ante la actual coyuntura económica, la falta de trabajo, y por ende, de recursos económicos, se está disparando el índice de intrusos en múltiples sectores, como el de la recogida de aceite vegetal usado procedente de domicilios y hostelería. Se trata de "empresas, autónomos, ciudadanos, personas con una furgoneta, que se dedican a recoger aceite, premiando al hostelero con productos de limpieza, limpieza de filtros y campanas de bares de forma gratuita, e incluso hay quienes les ofrecen dinero, para luego venderlo al mejor postor", afirmaba Miguel Palmero, gerente de Agropal, empresa de El Ejido dedicada a la recogida y transporte de aceite vegetal usado desde hace ocho años. Agropal es la subcontrata de Arcos 23, empresa concesionaria, mediante concurso público, del servicio de recogida selectiva de aceite vegetal usado procedente de domicilios y establecimientos hosteleros en el término municipal de El Ejido.

En la actualidad, el aceite vegetal usado no se puede reutilizar para usos relacionados con la cadena alimentaria destinada al ser humano o animal, como sí ocurría hace en torno a una década cuando el aceite se usaba para la fabricación de piensos animales. Un uso que quedaba prohibido al detectarse el, coloquialmente, conocido como "mal de las vacas locas". Empresas como Arcos 23 lo utilizan para fabricar Biodiesel, biocombustible para motores diesel que reduce las emisiones de CO2 hasta en un 90 por ciento. El precio al que las empresas compran el aceite usado, varía dependiendo de si ha sido ya tratado y se encuentra limpio para la fabricación del Biodiesel o no, y depende igualmente, del precio de mercado del Biodiesel, que "suele ir a la par o unos céntimos más bajo que el gasoil", apuntaba Palmero. Actualmente, Biodiesel y gasoil se venden a precios muy elevados, por lo que las empresas compran ahora el aceite casi por el doble del precio que hace un par de años.

Lo que ha disparado el número de intrusos en el sector y ha provocado que empresas como Agropal "hayamos reducido el volumen de recogida en un 75 por ciento. La situación es insostenible porque ya ni siquiera se cubren costes", afirmaba Palmero. Entre los intrusos se encuentran empresas "semilegales", ya que cuentan autorización de la Junta de Andalucía para la recogida y transporte del aceite y grasas usados, pero "carecen de la adjudicación del Ayuntamiento. La autorización de la Junta de Andalucía es un permiso general. La competencia de los residuos en cada municipio es del Ayuntamiento en exclusiva, de ahí que las adjudicaciones se saquen a concurso".