Plan de Acción Contra el Ruido en la capital

El Ayuntamiento de Almería se prepara para lanzar el primer Plan de Acción de Ruidos, una herramienta que le servirá al Consistorio capitalino para detectar los puntos conflictivos, el origen y detalle de la contaminación acústica y, lo que es más importante, para disponer de una batería de soluciones con las que poder atajar el exceso de decibelios, perjudicial para la salud.

A través de la Gerencia de Urbanismo, como órgano contratante, el equipo de gobierno ha sacado a licitación este estudio que dará continuidad al Mapa Estratégico de Ruidos, elaborado durante la pasada legislatura como requisito del Plan General de Ordenación Urbana. El objetivo es concretar dicho mapa con un instrumento certero que silencie las quejas que puntualmente está recibiendo el Ayuntamiento por insomnes vecinos, especialmente de las zonas donde se concentran bares con terrazas y locales de copas. De hecho, Urbanismo requiere en el pliego de condiciones que se hagan dos estudios, uno de ellos centrado en la zona saturada, que podría ser revisada en función de los resultados obtenidos.

"La empresa analizará los focos y soluciones, y ofrecerá un plan de medidas que mitiguen las molestias que puedan acarrear ciertas actividades", procurando, como adelantó a este periódico el concejal Miguel Ángel Castellón, encontrar ese complicado equilibrio entre los intereses empresariales y el derecho al descanso de los residentes.

Por un importe 21.780 euros, la Gerencia pide a la empresa adjudicataria la elaboración de este trabajado, dividido en dos fases y que tendrá como resultado dos documentos diferenciados. Por un lado, el "Plan de Acción Acústico", encaminado a la reducción de la afección de ruido en la población, y la preserveración de los niveles actuales de las zonas consideradas tranquilas. Los objetivos definidos de esta primera parte son "afrontar globalmente las cuestiones concernientes a la contaminación acústica", "determinar las acciones prioritarias a realizar en caso de superación de los valores límite de emisión o inmisión o de incumplimiento de los objetivos de calidad acústica" y la protección de las zonas tranquilas. La siguiente fase corresponde al denominado "Plan Zonal de la Zona Acústicamente Saturada", cuyo objetivo "será la progresiva mejora de la calidad acústica hasta alcanzar los niveles objetivo de aplicación".

Los planes contendrán las medidas correctoras que deban aplicarse a los emisores acústicos y a las vías de propagación, así como los responsables de su adopción, la cuantificación económica de aquellas y un proyecto de financiación.

Siendo el plazo de ejecución de tres meses, para la entrega de los trabajos previos a la exposición pública, y un mes para la información de alegaciones y entrega del documento final, los pliegos de condiciones concretan qué es lo que tiene que entregar la empresa. El contenido del "Plan de Acción" aportará una descripción de la aglomeración, los principales ejes viarios, los principales ejes ferroviarios o principales aeropuertos y otras fuentes de ruido consideradas, así como la autoridad responsable, el contexto jurídico y los valores límite establecidos. Contendrá un resumen de los resultados de la labor de cartografiado del ruido, la evaluación del número estimado de personas expuestas al ruido, determinación de los problemas y las situaciones que deben mejorar. Recogerá las medidas ya aplicadas, en proceso de desarrollo y estrategias a largo plazo, entre otros aspectos.

Para el "Plan Zonal", el Ayuntamiento requiere un estudio detallado mediante mediciones de la distribución real de los niveles sonoros ambientales que ajusten los datos suministrados por los mapas acústicos y determinación de los emisores acústicos que los originan; y la definición de medidas correctoras apropiadas en función del tipo de emisor acústico. En el caso de que el emisor acústico dominante sea el tráfico, el plan podrá incluir medidas tales como limitaciones horarias en la velocidad de circulación.