El Plan General puede regresar a su CAUCE

El concejal de Desarrollo Urbano, Miguel Ángel Castellón, no ha traído de Sevilla el Plan General de Ordenación Urbana de Almería listo para su aprobación y entrada en vigor, pero el representante del Ayuntamiento de la capital ha podido meter en su cartera una "puerta abierta" por parte de la Junta de Andalucía para reconducir la planificación de la ciudad de los próximos quince años y salvar los escollos principales, ambos relacionados con el agua, como son los cauces hidrográficos y la duplicidad del suministro mediante la explotación de la desaladora y de los pozos de Bernal.

En el encuentro, celebrado en la mañana de ayer en la sede de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno andaluz, la secretaria general del ramo, Belén Gualda, el director general de Urbanismo, Alejandro Márquez, y el director general de Dominio Público Hidráulico, Juan María Serrato, junto al delegado territorial de la Consejería en Almería, Antonio Martínez, analizaron la situación de bloqueo creada con el PGOU capitalino, que lejos de tener como principal incoveniente el estudio de alternativas ambientales, volvió a ser este verano el catálogo de cauces (mucho más ramificado que en el Plan del 98, como puede observarse en los planos superiores), impidiendo la construcción en los nuevos suelos programados, tanto residenciales como industriales, así como las concesiones de agua.

Respecto a los nuevos crecimientos, y según ha explicado la Consejería en una nota, en la reunión se ha acordado buscar soluciones para que Almería pueda crecer urbanísticamente, "salvaguardando la seguridad para las personas y bienes materiales, siempre desde el respeto a la Ley". Mientras que en el caso de las concesiones de agua, se tratará "de avanzar para que el abastecimiento que contempla el PGOU esté garantizado mediante los dos recursos, aguas desaladas y aguas subterráneas".

Sevilla, según trasladó al término de la reunión el concejal de Desarrollo Urbano, se ha comprometido a revisar el catálogo de cauces y, para ello, personal técnico del Ayuntamiento y de la Consejería de Medio Ambiente mantendrán esta semana un encuentro para abordar un futuro nuevo documento. Transcurrido un plazo de "unas dos semanas" se volverán a sentar a la misma mesa los "políticos para ver cómo se traduce dicho documento en actuaciones y si, ciertamente, el Plan General puede continuar con su tramitación".

Castellón, que fue acompañado por el portavoces de la oposición a excepción del socialista, que se interesó por el resultado de la reunión "llamando por teléfono", se mostró "optimista", admitiendo el edil que, si bien "no hemos tenido una solución en la reunión, sí se abre una puerta a un nuevo diálogo".

La pretensión municipal es que la Junta no "impida" el desarrollo urbanístico de la ciudad hacia varios sectores sobre los que se había apostado y que se verían afectados por ese catálogo de cauces que es "distinto" al del Plan General vigente del año 1998. La Corona Norte de la ciudad, la Vega de Allá, el crecimiento industrial por la zona denominada PITA 2 y otro previsto en la A-7 en la salida hacia el aeropuerto. La ciudad, ha reflexionado el concejal de Vivienda, "no sería lo que es si no se hubiese actuado en los cauces, porque tiene una orografía muy complicada", explica Castellón.