"Con el Plan de Ordenación de Cabo de Gata prentendíamos intensificar la protección"

El presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha defendido tras la suspensión de la ejecución de parte PORN de Cabo de Gata dictada que, con este decreto, el Gobierno andaluz pretendió "intensificar" la protección del espacio, tras lo que ha afirmado de que "se equivoca rotundamente" quien crea lo contrario.

En respuesta a los periodistas después de que ayer trascendiera el auto del TSJA que deja en suspenso el decreto aprobado por el Consejo de Gobierno en febrero de 2008 para las zonas de Grado C3 del parque, ha trasladado su respeto a la decisión antes de defender la ordenación que planteó para el Cabo de Gata la Junta de Andalucía, cuya voluntad manifiesta es la de "no amparar nunca ninguna ilegalidad".

Ha asegurado en el mismo sentido que la administración ha tratado de que el PORN que sustituyó al que regía este espacio desde 1994 recogiera su "voluntad política de intensificar todas las medidas de protección de los recursos" del parque natural almeriense.

"No vamos a amparar nunca ningún tipo de ilegalidad a través del PORN" ha destacado antes de agregar que «si alguien cree» que, a través de esta ordenación, se va a autorizar la permanencia del hotel del Algarrobico "se equivoca rotundamente".

Ha dicho en este punto en que el polémico edificio "se derribará" en el momento en el que culmine el complejo proceso judicial abierto en torno al inmueble que promueve Azata.

Las declaraciones del presidente del Gobierno andaluz se han producido después de que la sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA extendiese la suspensión cautelar del PORN dictada ya en noviembre de 2008 para el paraje del Algarrobico a los núcleos habitados preexistentes y otras zonas transformadas.

Esta decisión, que se hará efectiva en zonas del parque como La Isleta del Moro o Aguamarga, responde a la apreciación del alto tribunal de que estas zonas podrían sufrir "daños irreparables" al permitir el nuevo PORN que se autoricen edificaciones en suelos que, en principio, no deberían albergarlas.