La nueva Plaza Vieja, más barata con granito y sin guirnaldas "pueblerinas"

La Plaza Vieja también tiene que apretarse el cinturón en tiempos de crisis. El proyecto definitivo presentado por el arquitecto sevillano Sierra Delgado ha sido supervisado con lupa por el Ayuntamiento de Almería para rascar eruos de donde se pueda de un coste abultado que se alejaba de las previsiones iniciales, introduciendo cambios sustanciales como el pavimento o la iluminación. La nueva Plaza Vieja, meditada por los técnicos municipales, es de granito y sin guirnaldas de luz, un elemento éste, a juicio de Juan Megino, concejal de Urbanismo, pueblerino, que no ha gustado a los responsables políticos.

Los técnicos de la citada área junto a los adscritos a la Concejalía de Obras Públicas y Servicios Urbanos han estudiado el proyecto que Sierra Delgado presentó el pasado mes de febrero con un presupuesto que superaba los ocho millones frente a los 6.933.415 euros de inversión previstos en el proyecto básico de 2006. El encargo político era claro: abaratar costes hasta alcanzar el millón de euros.

Esta semana una reunión en Alcaldía daba el visto bueno final a las modificaciones propuestas por los técnicos, entre las que destaca la elección del pavimento. El arquitecto había contemplado la instalación de solería flotante de granito en el suelo de la emblemática plaza. "Le puede dar más porte pero, teniendo en cuenta el gran uso tradicional que tiene este lugar y que queremos mantener, y la necesidad de entrada de vehículos de gran tonelaje, lo hemos sustituido por granito y pavimento en la zona de rodaje", explica Megino, que defiende el empleo de unos materiales más resistentes en aras de evitar tareas continuas de reparación.

El Ayuntamiento también pedirá la eliminación de otro elemento que se le ha colado al arquitecto, pues, según detalló el edil, Sierra Delgado ya conocía que el mismo no era del agrado de los munícipes, si bien se ha mantenido "por un error". Son las guirnaldas de luz, "demasiado folclóricas", describe Megino.

El ahorro de un millón de euros lo quiere conseguir también el Ayuntamiento manteniendo el monumento en honor a Los Coloraos, el Pingurucho de la Plaza Vieja. El traslado, que no entraña grandes complejidades técnicas pese a su peso, supone un coste de 300.000 euros. Este pellizco económico está, además, en consonancia con el acervo popular y como, recordó el concejal de Urbanismo, la indeferencia ciudadana que cosechó en su día el referéndum organizado por Participación Ciudadana para encontrar un nuevo hogar al monumento.

El resto de cambios que el Ayuntamiento presentará en los próximos días a la Junta de Andalucía con la intención de que sean aceptados por el arquitecto - "somos su cliente", comenta al respecto el edil-, son de carácter más técnico como el sistema elegido para la estabilización de la fachada o las demoliciones manuales, que los técnicos municipales consideran que se pueden llevar a cabo con medios mecánicos más económicos.

Además, el documento municipal incorpora sugerencias encaminadas a mejorar la accesibilidad de la Plaza Vieja.