El Pleno pone en ruta el servicio de alquiler de 400 bicis inteligentes
Contarán con ordenador de abordo y un sistema de geolocalización antirrobo
Se podrán pagar con una tarjeta de usuario o desde el móvil
Tras el debate del estado de la ciudad, los grupos políticos con representación municipal vuelven esta mañana al Salón Noble para abordar el Pleno de carácter ordinario que, entre otros cometidos, pondrá en ruta el servicio de alquiler de las 400 bicicletas inteligentes con las que el Ayuntamiento de Almería pretende fomentar este medio de transporte saludable y no contaminante en la capital, prestación que potenciará la utilización de la red de carriles bici en el término municipal, creada por el Consistorio y la Junta de Andalucía.
La concejal de Movilidad, Rafaela Abad, someterá a criterio del Plenario la memoria del servicio, un documento donde se justifica, entre otros aspectos, el modelo de gestión escogida - indirecta, mediante una concesión administrativa-, y que tuvo que ser retirado en la última sesión celebrada porque faltaba un informe. Recogido ya, el equipo de gobierno recibirá, con casi toda probabilidad, el respaldo de la Corporación para continuar con la redacción del pliego de condiciones de la citada concesión, por un periodo de ocho años y una inversión global de 600.000 euros, siendo posible que el servicio de alquiler salga a la calle a finales del presente año o, a la sumo, durante el primer trimestre de 2018.
El servicio arrancará con una dotación inicial de 400 smartbike o, mejor en español, bicicletas inteligentes con la última tecnología. Especial énfasis ha puesto el equipo de gobierno en este sentido, después de estudiar la experiencia de otras capitales españolas donde los problemas informáticos, sobre todo relacionados con el pago del alquiler, el vandalismo y la sustracción de las bicis han llegado a tambalear estos servicios.
Las bicicletas elegidas para Almería dispondrá de ordenador de abordo, permitiendo la gestión del acceso al servicio de préstamo desde la propia bici, con la triple bonanza de posibilitar al usuario un acceso rápido, simplificar tecnológicamente las estaciones base y hacer flexible cualquier cambio de las mismas. El ordenador abre las posibilidades de pago: a través de una tarjeta de usuario a crear o también con dispositivos móviles (NFC o App), o introduciendo un código.
Contarán, además, con sistema de geolocalización, mediante GPS o similar, de efecto disuasor de cara a los amigos de los ajeno y pudiendo dar con el lugar preciso en el caso de sustracción.
Las bicicletas quedarán dispuestas en diferentes estaciones, seis de las cuales contarán con terminales informatizadas (Totem), con pantalla táctil y alimentadas por energía solar. El resto de estaciones dispondrán de señalización vertical con sistemas de verificación. En caso de que el usuario encuentre todos los anclajes de una estación ocupados, podrá dejar su bicicleta en un radio de entre 15 y 20 metros, gracias al sistema de control instalado tanto en la bicicleta como en las estaciones.
El servicio contará además con dos equipos de redistribución de bicicletas conformados por vehículos especiales, 100% eléctricos.
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