La Policía Nacional en Almería ha procedido a la detención de los tres tripulantes de una patera que acabó a la deriva y tuvo que ser rescatada por Salvamento Marítimo. Se les acusa de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y de los homicidios imprudentes de dos de los pasajeros de la embarcación, cuyos cuerpos fueron arrojados al mar.

La “Patera 81” partió de Argelia con destino Almería transportando a 20 ocupantes, pero solo 18 llegaron a pisar suelo español. Por el camino fallecieron 2 pasajeros, ambos de nacionalidad marroquí. Al parecer las muertes estuvieron relacionadas con los rigores de la travesía por el Mediterráneo.

En un momento dado la lancha empezó a hacer agua y el motor se paró, lo que provocó que sus pasajeros entraran en pánico. Los testigos señalan que ese momento coincidió con el deceso de una de las víctimas, que fue arrojada al agua por los detenidos para librarse de su peso y evitar responsabilidades penales.

La patera estuvo un día y medio a la deriva sin agua potable, alimentos, chalecos salvavidas, o cualquier otro elemento de seguridad. Varios de sus ocupantes, desesperados, optaron por beber agua del mar, lo que pudo provocar la muerte del segundo fallecido, que también fue tirado por la borda.

Al ser rescatados, los migrantes fueron trasladados al Puerto de Almería, donde recibieron una primera asistencia sanitaria. Seis de los pasajeros sufrían graves quemaduras químicas producidas por la mezcla del combustible, el agua marina y el sol. Incluso uno de ellos llegó a requerir de varios días de hospitalización para reponerse de las lesiones sufridas.

Una vez recuperados, los agentes de la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) entrevistaron a los ocupantes de la patera, que habían sido aleccionados para declarar que los responsables de la embarcación lograron huir. Sin embargo, un sutil comentario en una de esas entrevistas levantó las sospechas de los investigadores, que profundizaron en las declaraciones de todos los rescatados hasta reconstruir lo sucedido.

Las manifestaciones de los testigos se vieron reforzadas por las denuncias por desaparición interpuestas por los familiares de los fallecidos, por lo que se procedió a la detención de los tres tripulantes de la patera, de 33, 20 y 19 años de edad, responsables de la seguridad de los seres humanos que transportaban.

El trabajo de los policías, asegurando la declaración judicial de los testigos, fue crucial para que el Juzgado de Instrucción número 1 de Almería decretara prisión provisional para los tres detenidos, todos de nacionalidad argelina.