La Policía interviene 460 kilos de hachís ocultos en los bajos de un remolque
La droga estaba escondida en falsas vigas y recubierta con azufre para despistar a la unidad canina
La Policía Nacional ha intervenido 460 kilogramos de polen de hachís en el puerto de Almería, oculto en un sofisticado doble fondo practicado en la estructura de un remolque frigorífico. Los envoltorios de la droga habían sido recubiertos con azufre para evitar su detección. Para ocultar la droga, los traficantes sustituían las vigas de refuerzo del vehículo por "vigas" de hachís y reforzaban la parte superior del habitáculo con una chapa de acero de un centímetro de grosor, con la que impedían el acceso y que permitía soportar el peso en caso de carga. Para extraer el estupefaciente, los arrestados habían diseñado un sistema que permitía arrastrarlo hasta el exterior de forma sencilla y sin dañar el doble fondo ni la mercancía ilícita. En la operación cinco personas han sido detenidas y se han intervenido dos remolques manipulados. La droga tenía como destino final Holanda.
El pasado día 14 de octubre se tuvo conocimiento por parte de los investigadores de la llegada al puerto de Almería de un remolque frigorífico que podía transportar oculta en un doble fondo una cantidad indeterminada de droga. Los agentes localizaron finalmente 460 kilos de polen de hachís tras una "minuciosa inspección" que se prolongó hasta el día siguiente. La Policía pudo comprobar que los envoltorios habían sido recubiertos con azufre para que no fueran detectados por perros especializados.
La organización criminal utilizaba como tapadera de su actividad una empresa ubicada en Almería y dedicada al transporte de mercancías, propiedad de uno de los detenidos. A través de esa empresa mercantil se gestionaba el traslado de los remolques frigoríficos desde cualquier puerto del sur peninsular hasta Melilla y Tánger cargados con mercancía legal. Una vez descargado el cargamento, la organización marroquí que proveía el estupefaciente llenaba los habitáculos practicados al efecto en los remolques con el hachís.
Terminada esta tarea, avisaban al empresario para que se encargase de organizar el regreso del vehículo, ahora ya sin carga y sin cabeza tractora, para no levantar sospechas entre las autoridades portuarias. Los delincuentes intercambiaban las matrículas de los vehículos para dificultar su control por parte de los agentes. Para facilitar la extracción de la droga, los arrestados habían diseñado un sistema que permitía arrastrarlo al exterior de forma sencilla. Este mecanismo estaba compuesto por chapas y cintas, y permitía también llenar el orificio con el hachís rápidamente.
La investigación, que continúa abierta, ha sido desarrollada por agentes del Greco de Palma de Mallorca, del Grupo XIII de la Brigada Central de Estupefacientes, del Grupo I de la Udyco de Almería y de la Agencia Tributaria.
En la operación también se han intervenido dos remolques frigoríficos manipulados, dos cabezas tractoras, cuatro automóviles y 3.165 euros en efectivo.
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