La Polimnia deja el mar para ponerse "guapa"

La Guardamar Polimnia ha sido la salvación de muchas personas que se encontraban en peligro en la mar, siendo las más evidentes aquellas que mes tras mes arriesgan su vida para encontrar un futuro mejor cruzando el mar de Alborán zarpando desde la costa del norte de África. Son muchas horas de rescates y atenciones en altamar que poco a poco desgastan a la mejor de las embarcaciones, por lo que de vez en cuando es preciso realizar una puesta a punto para dejar "guapo" al barco.

Es lo que hace escasas semanas hizo Salvamento Marítimo con la Guardamar Polimnia, que entre el 2 y el 16 de noviembre estuvo en varadero en el puerto de Cartagena, en la vecina Murcia, ya que el de la capital almeriense, habitual base de operaciones del barco, no dispone de las instalaciones adecuadas para llevar a cabo estos trabajos de mantenimiento.

El capitán de la Guardamar Polimnia de Salvamento Marítimo, Nicolás Uribarren, explica a Diario de Almería que se trata de una "cuestión rutinaria" que se hace cada dos años, cuando se realizan en tierra trabajos que no se podrían realizar con la embarcación a flote. En este sentido, indica que se ha renovado toda la pintura de la patente -la parte sumergida del barco-; saneado las tres hélices y ejes de la Guardamar Polimnia, limpiando todos los elementos del medio marino que se han pegado para dejarlos "como nuevos", y cambiado los ánodos, unos lingotes de una aleación especial que evitan que la corrosión marina se coma el casco. Además, entre otros, se han desmontando las válvulas que toman el agua de mar para refrigerar el barco.

Uribarren señala que la Guardamar Polimnia ha pasado también la Inspección de Casco en Seco que realiza la Capitanía Marítima, un trámite obligatorio para que pueda operar cualquier barco.

El capitán informa de que la Guardamar Polimnia es un barco con 32 metros de eslora que desplaza 120 toneladas gracias a sus dos motores de 2.500 caballos de vapor -cada uno-, que le permiten alcanzar una velocidad punta de 27 nudos. Las guardamares comenzaron a funcionar en el centro coordinador de Salvamento Marítimo en Almería en junio de 2009 con la Calíope, que llegó a la provincia desde las Islas Canarias.

Cinco años más tarde, en diciembre de 2014 fue sustituida por la Guardamar Polimnia, que hasta ese momento trabajaba en el Mediterráneo Norte, en la zona de Cataluña, una embarcación idéntica con una sutil diferencia: El número de tripulantes. Y es que si la Calíope tenía seis tripulantes, a las Polimnia le fueron asignados ocho por la "mayor carga de trabajo" que tiene el mar de Alborán.

Desde entonces, la Guardamar Polimnia lleva a cabo operaciones relacionadas con el rescate de inmigrantes y de salvamento marítimo en todas sus vertientes, desde remolques de barcos, salvamento de vidas humanas, lucha contra la contaminación, atención a motos de agua que se pierden, a socorro a usuarios de embarcaciones deportivas en apuros.

Con todo ello, la inmigración irregular supone una de sus principales actividades. Uribarren indica, por ejemplo, que sólo en el mes de septiembre de este año se han rescatado a más de 500 personas de diferentes pateras. Asimismo, apunta que en una única operación han llegado a recoger a 132 inmigrantes de golpe, aunque mantiene que si hubieran sido más también se habría hecho porque no se contempla una capacidad máxima: "Cuando se trata de salvar una vida humana en el mar, no hay límites", asevera el capitán. Y los buenos resultados que da día tras día este barco, así lo atestiguan.