Portocarrero apuesta por una enseñanza de calidad adaptada a los retos de la sociedad

El colegio, con 800 alumnos de 0 a 18 años, fomenta un proyecto educativo basado en la propia actividad del estudiante, en las nuevas tecnologías y en los idiomas

Portocarrero apuesta por una enseñanza de calidad adaptada a los retos de la sociedad
Carolina Crespo / Almería

15 de marzo 2012 - 01:00

A la hora de matricular a sus hijos en el colegio, los padres siempre buscan el centro ideal para cubrir las necesidades de sus pequeños. Muchos progenitores se decantan por un centro privado o concertado, porque consideran que disponen de más prestaciones y servicios que pueden beneficiar en la formación de sus pequeños. En este grupo se encuentra el colegio Portocarrero de Aguadulce, en el que actualmente estudian 800 niños y jóvenes con edades comprendidas entre los 0 y 18 años.

El proyecto educativo de este centro, como se observa, comienza a los 0 años. En sus instalaciones, ubicadas en el Campillo del Moro, cuentan desde hace dos años con una guardería preparada y equipada para el disfrute y la diversión de los niños.

La Escuela Infantil de primer ciclo dispone de seis aulas para niños de 0 a 2 años. Hoy por hoy, tienen abiertas cinco en las que reciben clase 40 niños, entre ellos Alicia, Mauro, Ramiro y Claudia de 1 año, que pertenecen al aula Azul.

Las aulas están divididas por edades y decoradas por colores y diversos detalles para que los niños las diferencien y sepan cual les corresponde. Esto también contribuye en su aprendizaje.

La guardería también oferta otros servicios, como el aula matinal o el comedor, que desde este curso dispone de cocina propia gestionada por Scolarest. Se añade a la oferta actividades extraescolares, que están coordinadas y gestionadas por el Club Portosol.

Para la dirección del colegio Portocarrero, su guardería se convierte en una gran baza, ya que el pequeño puede dar el salto desde ella a las aulas de segundo ciclo de Infantil. De ahí pasar a Primaria, la ESO y Bachillerato. Y es que el programa educativo de este centro, diseñado por profesionales con amplia experiencia y con una visión compartida de la calidad educativa, va de los 0 a 18 años.

El objetivo primordial del Colegio Portocarrero es que la formación se convierta en un proceso que tenga en cuenta el aprendizaje a través de la práctica. "Queremos que los alumnos, que son los protagonistas del proceso educativo, aprendan actuando, construyendo para que sus niveles de formación lleguen a las cotas más altas posibles", explica José Manuel Martínez, director del Portocarrero. Para lograr que sus pupilos logren una amplia formación para que puedan desempañar un papel activo y destacado cuando acaben su etapa en el colegio, se promueve una metodología en la que están muy presentes las nuevas metodologías y el aprendizaje de un segundo idioma.

"Consideramos necesario desde muy temprana edad el aprendizaje de un segundo idioma como conocimiento de otras culturas, como instrumento de comunicación y como enriquecimiento personal", aclara Martínez.

En la metodología empleada por el profesorado del Portocarrero también juega un papel fundamental el desarrollo de un sistema de tutorías individuales y grupales, con continuas revisiones y repasos de diferentes áreas. Este servicio de orientación se intensifica en las últimas etapas educativas pensando en la realización del examen de acceso a la Universidad.

El colegio cooperativa Portocarrero abrió sus puertas en el curso 2000-01 de la mano de 19 valientes que se emprendieron años atrás en la puesta en marcha de este proyecto, que se ha ido ampliando y mejorando año tras año. Dispone de unas amplias instalaciones repartidas entre el edificio principal, el de Primaria y la Escuela Infantil, a los que se suman los dos patios, el principal y el de Infantil. El centro cuenta con aulas específicas de música, psicomotricidad, plástica, informática y tecnología, además de biblioteca, comedor y gimnasio.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Fray Luis de León | Crítica

Del mismo hierro