Tribunales

Prenafeta dice besó a las jugadoras en un ambiente "consentido y bañado por alcohol"

  • La fiscal considera a Prenafeta autor de dos delitos de abusos sexuales y solicita penas individuales de dos años de prisión por cada uno de ellos y la imposición de órdenes de alejamiento de doscientos metros respecto de las víctimas durante tres años, y ha modificado su escrito para solicitar indemnizaciones de 10.000 y 8.000 euros, a lo que se ha adherido la acusación particular

De espaldas, Cosme Prenafeta minutos antes de que arrancase el juicio por abusos sexuales.

De espaldas, Cosme Prenafeta minutos antes de que arrancase el juicio por abusos sexuales. / D.A. (Almería)

El entrenador e histórico jugador de la selección española de voleibol y del Club Voleibol Almería Cosme Prenafeta, que se enfrenta a penas que suman cuatro años de prisión por delitos de abusos sexuales a dos jugadoras, ha admitido este martes que las besó en un ambiente “consentido y bañado por el alcohol”, si bien ha negado que tocase las nalgas a una de ellas.

Así lo ha manifestado durante su declaración en la vista oral celebrada ante el Juzgado de lo Penal número 4 de Almería, dónde ha explicado que el 28 de diciembre de 2020 se organizó una comida en su casa porque el equipo había perdido dos partidos “importantes” y se intentaba “levantar la moral”.

“Éramos un grupo burbuja y podíamos reunirnos entre nosotros pero no en restaurantes”, ha señalado.

Ha explicado que allí se citaron 12-14 jugadoras y el hijo de su pareja, así como que las únicas mayores de edad eran las denunciantes. En esta línea ha señalado que fueron ellas las que le pidieron beber alcohol, pero que se negó porque había menores y que fue entonces cuando les dijo de quedarse posteriormente y “tomar algo”.

No obstante, ha reconocido que durante la comida se bebieron unos doce botellines de veinte centilitros en la cocina cuando se encontraban los tres a solas, y que antes de que el resto de jugadoras se fuesen tomaron unos chupitos de “tequila y menta”.

Ha expuesto que el resto se marchó como “un goteo” y que tras esto se fueron a un supermercado a comprar una botella de “whisky o vodka” que se tomaron alrededor de una mesa.

Según Prenafeta, antes ya habían tenido conversaciones sobre películas, juegos, y él propuso jugar al “yo nunca”, aunque ha negado el componente sexual de este juego, en un “ambiente distendido, con música” en el que acabaron por plantearse preguntas de carácter sexual.

Ha añadido que una de las víctimas se atragantó con un chupito y tuvo que ir al baño, momento en el que le dijo a la otra si le daba un beso, y ha asegurado que la chica se incorporó con la mesa en medio y le besó durante “cinco o seis segundos”.

Después regresó la segunda denunciante y, según su relato, le dijo que no bebiese más, aunque la anterior sí continuó con la ingesta, a la vez que ha mantenido que fue esta última la que le propuso a su amiga que le diese un beso, cosa que hizo, y que tras besarse las dos lo hicieron los tres a la vez y, luego, él besó dos veces más a una de ellas en la terraza y la cocina, aunque sin tocamientos por su parte.

Eran, según él, “tres personas adultas que lo estaban pasando bien”, y las denunciantes se fueron cuando recibieron un mensaje de un conocido, aunque les pidió que reposaran un poco más porque tenían que irse en patinetes eléctricos y no quería que les pasase nada.

Ha mantenido que las acompaño a la calle dónde se abrazaron y sonrieron, y que esa tarde las llamó para comprobar cómo estaban, que éstas tenían una actitud normal y que en estas conversaciones se las escuchaba con más gente.

Al día siguiente se sintió “un poco arrepentido” por la “tontería” porque eran personas a las que veía “todos los días”, y ha dicho que acabaron por no responder al WhatsApp, aunque ha reiterado que al principio respondían con normalidad.

Ha revelado también que se enteró por un directivo del club que los padres de las chicas habían alertado de lo ocurrido sobre el 2 de enero de 2021, cuando regresaba de Barcelona. “Arrepentido estoy por lo que ha pasado, por dónde estoy, principalmente”, ha añadido.

La acusación de la Fiscalía y la ejercida por el abogado Leo Marfil sostiene que ese día realizaron una “serie de juegos de índole sexual” y que fue Prenafeta el que pidió que se quedasen “un rato más”, así como que en este ambiente de ingesta de bebidas alcohólicas y preguntas sexuales las habría besado en los labios y en el cuello sin su consentimiento, y tocó las nalgas de una de ellas.

La Fiscalía detalla en su escrito de calificación que lo hizo con “ánimo de satisfacer sus deseos lúbricos” y que estos presuntos hechos se produjeron sin el consentimiento de ambas jugadoras, y añade que una de ellas presenta en la actualidad una “sintomatología depresiva”.

Las víctimas han reiterado que no hubo consentimiento y que manifestaron que no querían seguir “jugando”, y una ha incidido en que no se fue tras recibir varios besos por el estado de shock que presentaba.

También han declarado un directivo, la madre de otra jugadora, y una forense del Instituto de Medicina Legal de Almería, que ha señalado la existencia de síntomas de estrés postraumático, especialmente en una de las denunciantes, ya que la otra recibió tratamiento psicológico desde el principio antes de la exploración.

La fiscal considera a Prenafeta autor de dos delitos de abusos sexuales y solicita penas individuales de dos años de prisión por cada uno de ellos y la imposición de órdenes de alejamiento de doscientos metros respecto de las víctimas durante tres años, y ha modificado su escrito para solicitar indemnizaciones de 10.000 y 8.000 euros, a lo que se ha adherido la acusación particular.

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