El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de El Ejido ha acordado el ingreso provisional en prisión de D.L.F., el hombre de 50 años detenido por la Policía Nacional como presunto autor de la muerte de un amigo suyo, para el que hacía de "terapeuta", y que llegó a reconocer que forcejeó con la víctima, aunque no el homicidio en sí.

Según han indicado fuentes de la investigación a EFE, el cuerpo fue localizado sobre las 18:30 horas del pasado 14 de julio cuando todavía tenía el cuchillo que acabó con su vida clavado en el oído, y presentaba además dos puñaladas en la espalda, que recibió supuestamente durante la madrugada del 12 al 13 de julio.

El primer nexo de unión entre el ahora detenido y el homicidio vino de la mano del teléfono robado a la víctima, ya que éste había desaparecido junto a la cartera del muerto y las llaves de la casa. Gracias al seguimiento del terminal, se comprobó que había sido utilizado en Roquetas de Mar (Almería) con la tarjeta SIM de un “toxicómano”, que fue investigado por este motivo.

Una persona cuya primera llamada con este terminal fue realizada precisamente al presunto autor del homicidio. A ésta, le seguirían muchas otras en los siguientes días.

Dado que el "toxicómano", además de tener antecedentes por delitos contra la salud pública, era conocido como receptador de efectos sustraídos a cambio de droga, se estableció así un nexo con D.L.F. y el crimen.

Y es que el hombre que había utilizado el teléfono apenas un día después de la muerte no conocía a la víctima, y además aseguró a los investigadores que fue D.L.F. el que le había dado el móvil.

Los investigadores creen que el crimen pudo producirse por deudas y problemas relacionados con el tráfico de cocaína. Además, en mayo fue denunciado por hurtar 8.000 euros del domicilio de un conocido, y en septiembre fue detenido en Vícar cuando supuestamente intentaba perpetrar un robo con fuerza en la vivienda de otro.

La Policía ha señalado en esta línea que al "terapeuta" le constan antecedentes policiales por hurto, impago de prestaciones económicas.

Algo que hace pensar a los investigadores que intentó repetir la misma operación con el fallecido y que la muerte se produjo en el asalto. Precisamente, la Policía Nacional ha destacado que el inmueble se encontraba “revuelto” y con los cajones abiertos. Los agentes comprobaron asimismo que faltaba la cartera del muerto, su teléfono móvil y las llaves de la casa.

Además, D.L.F. habría afirmado encontrarse en otra provincia el día de la muerte, pero las conexiones telefónicas lo ubicaron en El Ejido por la noche, momento en el que llamó también a la víctima.

Finalmente, acabó por reconocer a los investigadores que hubo un forcejeo entre ambos, pero argumentó que no recordaba nada por haber consumido droga, así como que se había ido del domicilio con el agredido tumbado en la cocina.

De esta forma, los investigadores pudieron concluir que "el presunto amigo y terapeuta de la víctima" se encontraba en una "situación económica complicada", así como que estaba presuntamente relacionado con otros robos o intentos de robo en domicilios de personas relacionadas, en mayor o menor medida, con el tráfico de estupefacientes a pequeña escala.

Gracias a las gestiones realizadas por la Policía Científica, se pudo confirmar la existencia de ADN del detenido en una de las uñas de la víctima, así como en una colilla recogida de la basura.

Por este motivo, los agentes detuvieron al principal investigado el pasado 15 de noviembre y fue puesto a disposición judicial dos días más tarde, cuando se decretó su ingreso en prisión.