Las dificultades económicas suelen ser imprevistos que afectan nuestra calidad de vida, dado que nos ponen en un apuro en los que muchas veces no sabemos qué hacer. Sin embargo, para estas situaciones de emergencia, existen dos clases de préstamos que podrán ayudarte: Los préstamos personales y los préstamos rápidos online.
¿Qué es un préstamo personal?
Los préstamos personales online son operaciones basadas en un contrato de compra de dinero acordado entre dos partes, el cliente y la entidad financiera o no financiera, dado que puede ser a un banco o a una entidad de crédito.
El precio de la operación se determina en el porcentaje de dinero que devolverá el deudor, el cual lo establecen los intereses.
Cuando se va a realizar un préstamo personal debemos recordar que este también va a contar con intereses que son parecidos a los que te exigen al pedir una hipoteca. Además de esto, los intereses serán más altos o bajos dependiendo el contrato o de cuántos meses dura este.
Dichas entidades ofrecen una gran cantidad de productos en los que basan el crédito de dinero, los llamados préstamos al consumo, donde se enmarcan varias categorías, tales como préstamos coche, de hogar, entre otros.
La diferencia entre ambos es que los del “al consumo” están orientados a bienes como casas, ordenadores, libros, entre otros. Estos créditos son bastante flexibles y simples al no poseer importes bajos, ofreciendo una mayor comodidad.
Ventajas de los préstamos
Los préstamos ofrecen una respuesta rápida, además de ser flexibles y realizarse totalmente por Internet, pueden personalizarse las condiciones, sus intereses son bajos y la devolución es sin comisión.
Eso sí, el deudor debe encontrarse viviendo en España, ser mayor de edad, poseer cuenta en el banco y con ingresos, no pertenecer a ninguna lista de morosos, DNI válido, así como su email y teléfono activados.
¿Qué es un préstamo rápido?
Los créditos rápidos no bancarios ofrecen una gran ventaja en cuanto a lo accesible que son y administración muy baja. La importancia aquí está en que la concesión de cada préstamo se hace de forma rápida y con efectividad.
Para realizar la gestión de un préstamo no bancario rápido solo es necesario tener Internet y realizar un registro, de los demás asuntos se encarga la entidad para otorgar el crédito, por lo tanto, quien solicita no debe encargarse de nada más.
Lo mismo que en los préstamos, va a ser necesario que la persona tenga la mayoría de edad, que resida en España, que no se encuentre en ninguna lista de morosos y que pueda hacerse cargo de los pagos mensuales.
¿Qué leyes financieras rigen estas operaciones?
La constitución de España, en los artículos 149.1, 11ª y 13ª, proporcionan al Estado el control sobre la disposición del préstamo, banca y seguros y en las bases y organización del planeamiento general de las actividades financieras.
El resultado de un control tan estricto a ciertas necesidades es una capacidad más grande para responder por parte de las entidades financieras a los clientes que no tengan una expectativa alta de conseguir el préstamo, o que no cumpla con las condiciones financieras requeridas para obtenerlo.
Aunque cuenta con mecanismos legislativos para defender y reaccionar, las entidades que ofrecen préstamos suelen proporcionarlos a personas que tengan solvencia y liquidez asegurada, para evitar cualquier tipo de fraude por parte de los prestatarios.
Los créditos, personales o rápidos son una excelente manera de solventar cualquier problema económico urgente que podamos tener, esto gracias a la rapidez de respuesta, la baja tasa de interés y que no se trata de una hipoteca de ningún tipo de inmueble de la persona, siendo además posible conseguir, con sólo la entrega de algunos documentos.
No obstante, su uso está más orientado a resolver urgencias rápidas, como pagar varias deudas y quedarse con una sola. No es para comprar coches o casas, ya que para este tipo de transacciones de compra existen sus propios métodos de crédito más factibles y acordes.
