La Providencia rozó los cielos

Y subió a los cielos. Amparada por los ojos expectantes de decenas de fieles, la imagen de Nuestra Señora de la Providencia se convirtió en el Sol resplandeciente de la iglesia del Corazón de Jesús. Asunta, a su diestra algunos ángeles, subida en una máquina, pero aupada al mismo tiempo por el sentimiento de los que asistieron. La talla ha sido elaborada por un escultor cordobés, José Antonio Cabello, que estuvo ayer en el templo y emocionado, le costó reprimir las lágrimas. "Llevamos mucho tiempo esperándola", resalta Antonio Peña, uno de los presentes. "Es el fruto de un trabajo fundamentado en la ilusión".

También está con él Ramón Garrido, sacerdote, que es el fundador del Movimiento Asociación Privada de Fieles Providencia. "Nuestra sede está en Aguadulce, y teníamos ganas de contar con una Virgen que llevara nuestro nombre". Impresionados quedaron a la hora de retirar la sábana que cubría la talla. "Destaco su ternura y la belleza que transmite".

Está hecha en madera de cedro. Al fondo, sin perder detalle, las monjas retiran unos instantes la mirada del altar. Alguien avisa de que no hay que hacerles fotografías, porque quieren preservar su intimidad. "Les pedimos el favor de que, como no tenemos parroquia, que se la queden aquí. La iglesia está siempre abierta de modo que cualquiera puede entrar cuando quiera".

Esta tarde a partir de las 19:30 horas, todos los que deseen acompañar a la nueva imagen de la Señora de la Providencia tienen una cita. Será el momento en que bendigan la misma.

Refulgirá con más fuerza, si cabe, ya que como señalaron algunos de los presentes, "porque su mirada transmite serenidad, la preocupación de una madre que observa con mucha calma a su pequeño".