Puerta de Purchena (XIII)

EEl nuevo Régimen inauguró las sedes de la Regiduría de Sección Femenina y la Subsecretaría de Educación Popular, asumida por el Ministerio de Información y Turismo

Puerta de Purchena (XIII)
Antonio Sevillano

12 de noviembre 2016 - 02:32

T style="text-transform:uppercase">ras del paréntesis obligado por las onomásticas cívico-religiosas del mes de noviembre y su correlato de espacios funerarios, retomamos (recordar es volver a vivir, dicen) el serial dedicado a Puerta de Purchena. Extenso serial que, para alivio del lector, concluiremos con las tres próximas entregas; evocando instituciones oficiales, negocios de antaño y algunas alegrías y penas de la que fue gustosa testigo o muy a su pesar. Que de todo hubo en la viña del señor. En cuanto a los inmuebles que la enseñorean, en su perímetro convergen la más significada obra de los tres arquitectos almerienses de mayor renombre. Datados todos en el primer tercio del pasado siglo XX: Casa de los Campos o de Las Mariposas, de Cuartara Cassinello; edificio del antiguo Río de la Plata (esquina a Alfareros), de Enrique López Rull, y el "siamés" de la Farmacia Durbán (también con doble fachada, a calle Regocijos), autoría de Guillermo Langle sobre un proyecto del anterior.

Tras enumerar consultas médicas, farmacias, bares y comercios en los bajos de Las Mariposas, alineada con ellos y antes de acceder a Obispo Orberá -acera en la que se anunciaban Fotografía Imperio, Tintorería Iris, Posada del Príncipe y Sur de España o Bodega León y Casa Ortega-, Ángel Sánchez Ortega trasladó aquí (1969), desde la plaza San Sebastián, su Zapatería Teresa desde la plaza San Sebastián; sucediéndole sus hijos Ángel y Carmen. La flanqueaba, en distintas épocas, el almacén de la Vda. de Pedro Alemán (coloniales al por mayor, salazones, pavimentos, piedra y mármol artificial, cementos, etc.) y el de la Vda. de Antonio Alemán (alimentación, cebada y maíz de importación), razones sociales independientes entre sí. Actualmente, en dicha alineación se suceden la Fundación Cajamar, Perfumería Super, Mail Factory y Viajes Halcón. Mientras que la planta principal la ocupan el despacho de abogados e inmobiliaria de los herederos de Rafael y Joaquín Monterreal y el laboratorio de análisis clínicos que en principio fue de Dº Paco Giménez.

COMERCIOS E INSTITUCIONES PÚBLICAS

A comienzos de la pasada centuria, con el antecedente de la inicial estafeta de Correos y Telégrafos, el chaflán entre Puerta Purchena/Paseo/Rambla del Obispo (hoy construcción de cinco plantas, con Lamarca y J. González de ocupantes) estuvo dedicado a almacén de hierros y aceros, quincalla y bisutería de Antonio Asensio. En 1914, ya con su nuevo propietario, Sánchez Picón, se publicitó la ferretería El Yunque: "Máquinas para sulfatar, surtido completo de herramientas de todas clases". Después de la guerra se transformó en la droguería-perfumería Imperio, del farmacéutico Sánchez Pérez (titular de la botica de la calle Restoy), con Eloísa Hernández como encargada durante cinco lustros. A su vera, la administración de Loterías nº 4, desplazada en 1921 al Paseo y regresada posteriormente al mismo lugar; regentada en la década de los 50/60 por Dª Loreto Cabrera. Colindante desde 1911 al estanco (expenduría nº 5) de Juan Méndez, cajero de la casa mercantil Batlles Hnos. y dispensador de sellos de Correos y tasas de Telégrafos. En el piso superior, en la posguerra se domicilió la delegación provincial de la Subsecretaría de Educación Popular, asumida luego por el Ministerio de Información y Cultura presidido por Fraga Iribarne. Al frente de ambos organismos se incorporó Rafael Martínez de los Reyes, con considerable poder dentro del aparato de propaganda del nuevo Régimen y concejal del Ayuntamiento en 1947.

Cruzamos a la lonja peatonal hoy presidida por la estatua de Salmerón y el antaño emblemático "cañillo". Ahí plantó sus reales un clásico del "dulce". Propietario de una fábrica de gaseosas en Abla, José Sáez Rosales montó en 1942 una modesta pastelería en La Almedina, paso previo en 1950 a Confitería Niza. Dos años más adelante ampliaron la oferta con La Corona (actual Cajasur, en el Paseo). Al frente de ambas prosiguieron sus tres hijos varones, llegando a contar en nómina con diez operarios; entre ellos el centenario Juan Antº Salvador, antiguo maestro obrador en La Sevillana, su antecesora cronológica. En los setenta cerró Niza y en los ochenta La Corona.

JAMONERÍA ANDALUZA

La memoria del gremio alimenticio finiquita en la ensolerada Jamonería Andaluza. Inaugurada el día de san José de 1927 por Francisco García Bretones y Cipriano Gázquez, propietario a su vez del bar Regio, disponía de un amplio mostrador corrido y a su derecha anaqueles y vitrinas en las que exponían las más ricas viandas: chacinas extras, quesos y jamones filabreños de Serón, Bacares y Caniles. Al fondo un arco árabe sustentaba la sección de postres, frutas en almíbar, mermeladas, etc. El suelo, ajedrezado de mármol blanco y negro, lucía a la entrada una artística estrella de idéntica textura. Del techo pendían dos ventiladores antiguos, de aspa, utilizados como decorado en la película Lawrence de Arabia. Sin embargo, lo que realmente llamaba la atención del pulcro establecimiento eran los dos magníficos espejos -bruñidos en París- que habían hermoseado el salón principal del Café cantante Lión d´ Or desde que su dueño, Fulgencio Pérez, lo inauguró con el nombre de Café Nuevo (hoy Marín Rosa, en el Paseo, antesala al Mercado).

En aquellos años Francisco García disponía de los más escogidos comestibles con "denominaciones de origen". Pionero en contactar con fábricas y pequeños artesanos nacionales, además de firmas extranjeras de la mayor garantía. Se mantuvo abierto durante la guerra y en la posguerra fue autorizado por la Delegación de Abastos para atender las cartillas Individuales y familiares) de racionamiento de alimentos básicos. Vecino al cuartel de la Guardia Civil, hasta su cierre pagaba el alquiler a Federico Arcos, el nuevo propietario. Su seriedad y peso justo (algo muy a tener en cuenta en aquellos tiempos) conquistó el día a día de una clientela entre la que se encontraban chóferes de líneas de "alsina", recaderos y cosarios de pueblos cercanos. En Feria se distinguían sus meriendas para los toros -rivalizando con La Sevillana y La Dulce Alianza- y en Semana Santa por las conservas de pescado. En Navidad elaboraban exquisitos mantecados (receta del abuelo), a los que le daba el punto exacto un horno de pan cocer de Los Molinos. En 1971 falleció Francisco García, sucediéndolo en el negocio familiar su hijo Miguel, diplomado en la Escuela de Comercio. Personaje entrañable y cantante aficionado de excelente factura, singularmente en el género lírico, refrendada en numerosas representaciones en el teatro Apolo encabezando elencos del cuadro escénico de la Obra Sindical de Educación y Descanso. El local del bar Fontanita lo arrendó Perfumería Madiló, abierta en 1945 por Nicolás Díaz a nombre de su hijo Manuel Díaz López (Ma di ló). En la actualidad el nieto del fundador -tercera y probablemente última generación- la ha dotado de un amplio surtido de "complementos y moda femenina". Mañana continuamos con Almacenes Segura hasta completar el catálogo de nombres propios.

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