Pulgas y ratas pasean a sus anchas por La Fuentecica
El presidente de la asociación de vecinos Fuentecica Quemadero anuncia que habrá movilizaciones por la "dejadez" municipal · Faltan mantenimiento e infraestructuras
Los vecinos del barrio de La Fuentecica planean manifestarse contra el Ayuntamiento este verano por la "dejadez" de la que se sienten objeto desde "hace más de ocho años". El presidente de la asociación de vecinos Fuentecica-Quemadero, Eduardo Pérez, afirma que hace un año se reunió con el concejal de Obras Públicas, Francisco Amizian, para hacer saber los múltiples problemas que sufre la zona y "llevo esperando que haga algo desde entonces".
Pérez inicia un recorrido para mostrar las carencias del barrio. Comienza en la Plaza del Quemadero, concretamente en el mercado de abastos. Por un lado, comercios abiertos al público y, nada más volver la esquina, la cruz de la moneda muestra barracas en mal estado, algunas abandonadas y otras abiertas que sirven de almacén a sus usuarios, "algo que no está permitido", explica Pérez, ya que "el Ayuntamiento las cede con la condición de que se de un servicio al público".
Al cruzar la calle, Eduardo señala los vestigios de un viejo paso de peatones sin pintura que representa un peligro para los viandantes porque "los coches no lo ven y ya ha habido más de un susto con personas mayores", espeta una vecina de la zona, Encarna Rodríguez.
Más allá, en la calle Encantada Alta, el problema de circulación viene dado por el mal estado del asfalto. "Hay quien llena los agujeros de cemento, pero esa no es la solución, al poco tiempo otra vez está toso roto".
A estas carencias se suman otras: falta de zonas ajardinadas, de instalaciones deportivas, de mantenimiento de muros y acerado, y sobre todo, de limpieza.
Según el presidente de la asociación, los camiones de recogida de basura brillan por su ausencia. "Sólo pasa un camión que va por dos calles, las otras ni las ve". Como ejemplo, señala varias zonas en las que se acumulan todo tipo de desperdicios y objetos abandonados, desde una silla de bebé a una televisión, muebles, juguetes, sanitarios, colchones... Una lista interminable que provoca la aparición de roedores e insectos y la preocupación de las familias con niños pequeños.
Varias personas se quejan de la "plaga de pulgas y ratas" que asola el cerro y las calles más periféricas del barrio.
"Los niños se meten a jugar y salen picados", cuenta Diego Alcalde, vecino del barrio, quien añade que "este año no ha venido nadie a fumigar porque dicen que es cosa de la Junta y el pasado sólo en esquinas puntuales".
También te puede interesar