Quesada, el jefe que vino del deporte

LA primera vez que vi a Jorge Quesada Molina.- superintendente jefe de la Policía Local de Almería- fue hace ya casi cuatro años. Fue en la puerta de la iglesia parroquial de San Sebastián durante el funeral que se celebró por el alma de Andrés Camacho, el sempiterno sastre de cabecera de la Policía Local de Almería y de otros colectivos municipales durante muchos años.

Con el finado, personalmente me unía una buena amistad muchos años antes de que Manuel Castaño Cano ostentara el cargo de Inspector Jefe de la Policía Local de Almería y a la sazón antecesor en el cargo de Quesada, también presente en el duelo. Dentro del dolor que supone la perdida de un ser humano y además un buen amigo hubo algo que me gustó. Algo que mostró humanidad, cariño, reconocimiento o respeto como fue ese detalle de la Policía Local y su jefe al frente para dar el último adiós a Camacho, una extraordinaria persona, acudiendo al sepelio un importante numero de miembros de la plantilla, tanto uniformados como de paisano.

La Policía Local escoltó hasta el cementerio de San José, el féretro de una persona querida y apreciada entre el colectivo municipal quien durante muchos años, tanto en el club social de la Policía Local en la Plaza del 18 de julio, como en su sastrería de la calle Granada, había vivido codo con cada ese día a día con este Cuerpo con el que se sentía plenamente identificado.

Esa mañana, saludé a Quesada en ese ambiente tibio de un funeral y quien en ese momento yo no sabia realmente que era el nuevo jefe ni él tampoco a mi me conocía. Testigos de la breve salutación ,a escasos metros, fueron dos mujeres que desde hace más de una década forman parte del staff de la Policía Local como son Carmen Maria Martínez y Carmen López, dos excelentes profesionales de reconocido prestigio, la primera incluso con carácter interino actuó como jefe de este colectivo hasta la salida de la plaza de superintendente.

El cargo recayó en el candidato número 12 en la lista del Partido Popular de la capital y director del área de Protección Ciudadana como una persona de confianza del partido. Jorge Quesada Molina, se examinó el 11 de enero de 2007 en solitario para el puesto de superintendente cuyas bases del concurso-oposición fueron diseñadas y realizadas por el área en la que Quesada trabajaba de forma eventual.

El funcionario que concurrió a dos pruebas previas que no fueron superadas por los otros seis opositores que se habían presentado junto a él, se convirtió tras el examen y unas determinadas pruebas médicas, en jefe de la Policía Local. El 18 de septiembre de 2008, la Concejala Delegada Maria Muñiz García firmó su nombramiento de Superintendente de la Policía Local de Almería a este funcionario de carrera de la Administración

Unos años antes Jorge Quesada había destacado como deportista, en la modalidad de pentatlón moderno, llegando incluso a participar en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984 con apenas 23 años clasificándose en Octavo lugar en la Final individual de hombres consiguiendo Diploma Olímpico.

Cuatro años más tarde fue seleccionado para participar en los Juegos Olímpicos de Seúl del año 1988, tanto de forma individual como en equipos. Obtuvo el puesto numero 64.

Tras abandonar el deporte de competición, posteriormente su vida profesional ha estado ligada a distintas administraciones locales. Por ejemplo, llegó a ser Director del Área de Deportes de la Diputación Provincial, concurrió al Ayuntamiento en una lista del Partido Popular, y llegó a ser director de Seguridad Ciudadana, para, ya por último, convertirse en superintendente de la Policía Local de Almería.

El alcalde de Almería, Luís Rogelio Rodríguez-Comendador, inauguró el 6 de noviembre de 2012 la nueva Jefatura de la Policía Local tras el traslado de las antiguas dependencias de la calle Santos Zárate a la carretera de Najar. Su construcción fue una de las aspiraciones más antiguas de las distintas corporaciones municipales que se han sucedido a lo largo de las dos últimas décadas.

Estas oficinas policiales, ubicadas en unos terrenos de propiedad municipal se han levantado en el solar de la antigua prisión provincial, y en su construcción se han invertido más de 10,5 millones de euros. Quesada tuvo el honor de ser el primer jefe de estas magnificas instalaciones.

En sus dependencias estacan un aula-Academia, una galería de tiro equipada a todos los niveles y con modernísima tecnología y pistas deportivas, inexistentes en sus antiguas dependencias. Además, en las ocho plantas que cuenta el edificio y a lo largo de sus casi 13.500 metros cuadrados de superficie construida se reparten un buen número de dependencias acomodadas a todo tipo de usos: despachos, oficinas, gimnasio con vestuarios, almacén, cuartos de instalaciones, cafetería, talleres para mantenimiento de vehículos y aparcamientos, entre otros.

Este articulo personalmente, quiero que sea un homenaje y recuerdo para un joven agente de la Policía Local, Francisco Balbín quien el próximo 17 de septiembre se van a cumplir seis años de su trágica desaparición, al morir prematuramente con tan solo 22 años en acto de servicio, convirtiéndose en el primer miembro de este colectivo fallecido durante el ejercicio de su labor profesional.Francisco Javier Balbín París intervenía en una persecución después que un vehículo haciendo caso omiso a una dotación policial, se saltara un control a la altura de la estación Intermodal. El accidente, según explicaron entonces fuentes del servicios de Emergencias Sanitarias del 061, se produjo en la avenida Monserrat, en la mediana de la autovía del aeropuerto, al impactar su motocicleta con un bordillo, saliendo despedido y chocar con otro vehículo que circulaba de frente,

El aviso a emergencias del 112 llegaba en torno a las 4:10 de la tarde, siete minutos antes de que llegara la ambulancia al lugar del siniestro. Los efectivos sanitarios encontraron al joven accidentado con un severo traumatismo craneoencefálico y torácico grave.

Los efectivos sanitarios cuando llegaron lograron estabilizar a la víctima trasladándole hasta Torrecárdenas, tras entubar y conectar al agente a la ventilación mecánica.

Desgraciadamente sobre las nueve de la noche fallecía en la UVI sin que los médicos de Urgencias del Centro Hospitalario pudieran hacer nada por salvar su vida.

El joven agente era hijo de Francisco Balbín jefe de seguridad del área de Alcaldía. Responsables municipales, compañeros del Cuerpo mostraron sus condolencias a la familia por las circunstancias en las que se produjo el accidente que ocasionó su muerte. Que estas líneas sirvan para mantener vivo su recuerdo entre la familia y sus compañeros.