Que no se eche las manos a la cabeza el lector, estos hechos sucedieron en 1973-74. Sea éste mi homenaje al centenario Teatro Cervantes del Arquitecto Enrique López Rull y a todos los idealistas, como mi bisabuelo José Molero Levenfeld, que desde 1864 a 1921 se empecinaron en que Almería contara con un bellísimo espacio escénico a semejanza del Cervantes de Málaga y Romea de Murcia.

Por encargo de la Sociedad Propietaria y Constructora del Teatro Cervantes, los afamados Arquitectos Santiago de la Fuente y Antonio Vallejo Acevedo firmaron en noviembre de 1973 un Anteproyecto de modernísimo edificio singular con teatro, locales comerciales, oficinas y aparcamiento sobre la manzana rectangular completa de 2.488,32 m2 (enmarcada por el entonces Paseo del Generalísimo, calles General Tamayo y Poeta Villaespesa y Plaza Pablo Cazard) que ocupaban la sede del Círculo Mercantil e Industrial y el Teatro Cervantes y que tendrían que ser inexorablemente derribados para la "reedificación".

Anteproyecto . Fundación COAM

Vallejo Acevedo fue profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid, y Director General de Arquitectura y Vivienda. Desde su titulación en 1957 hasta su jubilación (2011) mantiene una actividad prolífica y algunos de sus grandes proyectos son legados a la Fundación Arquitectura COAM, destacando la nave para TAFISA en Valladolid y edificio de la UGT en Madrid. En Almería se estrenó en 1959 proyectando el Chalet Villa Alicia en el Zapillo, continuando con el edificio Goya en el Paseo, viviendas sociales en el Puche y las promociones de Los Clavecines y Las Fases en Aguadulce (1979).

Según las entonces Ordenanzas de Edificación del Ayuntamiento de Almería, la edificabilidad máxima de la nueva construcción no podría exceder de 30 mts. en altura máxima. Asimismo, la Comisión Municipal Permanente acordó el 25/06/1970 que en cualquier actuación que afectase al Teatro Cervantes (casi único teatro de la Ciudad de Almería) sería necesaria la construcción de un nuevo teatro en idéntico emplazamiento o "caso contrario, la Corporación tomaría las medidas pertinentes a la hora de la demolición, en defensa de un inmueble que hoy es orgullo de esta Ciudad".

Cumpliendo también los requerimiento de la propiedad, en el nuevo edificio tendría cabida la sede social del Círculo Mercantil, los usos comerciales y de oficina, con aprovechamiento en las plantas proyectadas bajo rasante el uso de aparcamiento así como la localización de las dependencias de las instalaciones centralizadas, dejando a salvo el uso de teatro, siendo imposible edificar sobre su sala, modernizando su concepto arquitectónico según los cánones estéticos del desarrollismo.

Conforme a la memoria descriptiva, la solución adoptada consistía en un edificio singular con gran basamento que ocuparía la totalidad del solar en el que se localizarían la sede del Círculo Mercantil, el Teatro Cervantes, los locales comerciales y un cuerpo elevado parcialmente separado del basamento con ocupación en planta menor y en el que se desarrollaría exclusivamente el uso de oficinas. De modo que al separar visualmente desde el contorno exterior del edificio los 2 cuerpos, se conseguía cortar la continuidad de la fachada y reducir aparentemente su altura.

Nueva fachada Teatro Cervantes y Círculo

Bajo cota del terreno se proyectaban 3 plantas de sótanos, desdoblándose en 2 niveles cada una. En la 1ª planta se situarían las dependencias del teatro (aseos, contrafoso, almacenes e instalaciones). La rampa de acceso a las planta 2ª y 3ª con uso de garaje, de 167 plazas, se situaba en General Tamayo.

La sede social del Círculo Mercantil se emplazaba en la planta baja, 1ª y 2ª, de gran altura, distribuída a razón de 500 m2 de superficie por planta, con fachada al Paseo y ascensor privado.

El nuevo teatro tendría un aforo de 800 butacas, con acceso noble desde la calle Poeta Villaespesa en su ensanchamiento con la Plaza del Conde Ofalia.

La planta parcialmente diáfana, que se originaba con la separación de los dos cuerpos de edificación (basamento y cuerpo alto) se destinaría para el uso comercial, con escalera rodantes desde un acceso peatonal que relacionaba las calles General Tamayo y Poeta Villaespesa con entrada al hall principal del edificio. Se dividiría en dos locales.

El cuerpo alto se componía por 7 plantas de oficinas. Como remate del edificio, retranqueado respecto a los paramentos exteriores, se proyectaba una planta de ático con uso de "restaurant" de lujo o sala de fiestas de inmejorables vistas. Para darle dignidad al conjunto, se planteaba el hormigón dorado, la utilización de madera en los elementos volados, carpintería de aluminio color bronce y cristales tintados en mismo tono. Ascendiendo el avance del presupuesto a la cantidad de 103.714.825 ptas.

Nueva planta Teatro Cervantes

Afortunadamente, gracias al rechazo mayoritario de los socios, entre los que se destacó Juan José Pérez Goméz y el artista Jesús de Perceval, el 17 de febrero de 1974 fue suspendida sine die la Junta General Extraordinaria convocada por el Presidente del Círculo Antonio González Vizcaíno para conseguir "resolución definitiva sobre edificación del inmueble del Círculo y Teatro" y adjudicación definitiva de las obras de reedificación a la promotora OFITESA, que la convertirían en dueña del inmueble y obligada a entregar un teatro con 800 localidades, 3 plantas de edificación de 500 m2, 2.000 m2 de oficinas y 21 millones de pesetas en los plazos convenidos. Y todo ello para estudiar el generoso ofrecimiento del Director General de Cultura Popular, Ricardo de la Cierva, para la restauración del teatro. Desde la publicación del Decreto 104/2002, de 12 de marzo, se declarará Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, el edificio del Círculo Mercantil e Industrial y Teatro Cervantes de Almería, gozando de máxima protección que impide su demolición.

Teatro Cervantes y Círculo Mercantil