Radiología intervencionista se queda con un solo aparato. De los dos angiógrafos con los que contaba el Complejo Hospitalario Torrecárdenas de la capital almeriense, el más antiguo, --que funcionaba desde el año 2.000-- se ha roto y “no tiene arreglo”, tal y como han informado fuentes del centro hospitalario a este periódico.

En este momento está en marcha el instalado en 2015 que desde entonces hizo posible notables mejoras en la capacidad diagnóstica y terapéutica en Neurocirugía y Cirugía Vascular Intervencionista

En este momento está en marcha el instalado en 2015 que desde entonces hizo posible notables mejoras en la capacidad diagnóstica y terapéutica en Neurocirugía y Cirugía Vascular Intervencionista y para patologías que van desde el ictus hasta los tumores cerebrales y otras malformaciones arteriovenosas. Desde el Sindicato Médico de Almería (Simeal) han confirmado la rotura del angiógrafo más antiguo y han señalado que hasta la fecha se venían utilizando los dos. “La gran mayoría de veces que se hace uso de este aparato es para intervenciones programadas, pero también para casos urgentes”.

Las intervenciones programadas dependerán de las urgencias, que en todo caso “tienen prioridad”

Hasta la fecha, al disponer de dos angiógrafos, se podían realizar ambas actuaciones, si bien ahora las intervenciones programadas dependerán de las urgencias, que en todo caso “tienen prioridad siempre”. Con todo esto, desde Simeal han considerado que sería necesario un nuevo aparato, cuyo coste estimado supera el millón de euros. El angiógrafo permite el uso simultáneo de dos planos de imagen, prestación aconsejada en muchas de las intervenciones neurorradiológicas.

Incluye las más avanzadas técnicas de reducción de dosis de radiación al paciente, para asegurar que tanto los pacientes como el personal del hospital que trabaja en la sala reciban siempre la menor dosis de radiación posible. Está dotado de las últimas aplicaciones avanzadas de software, para facilitar la labor de los médicos radiólogos intervencionistas en los procedimientos más complejos.

Así, ofrece la posibilidad de realizar un TAC con el propio angiógrafo y en la propia sala de intervencionismo sin necesidad de desplazar al paciente y permite ver hemorragias cerebrales y tratar de forma inmediata casos como la ruptura de un aneurisma o una malformación arteriovenosa. En el tratamiento de tumores, el angiógrafo del Hospital Torrecárdenas proporciona mayor información de los mismos, de los vasos que los alimentan y de las estructuras colindantes, para una mejor planificación de ablaciones, o de la aplicación de tratamientos con quimioterapia o radioterapia.