Rambo acribillado

UN vagabundo de nacionalidad alemana, identificado como Gert Bralls, que había cumplido recientemente 44 años de edad, fue abatido a tiros por la espalda y a traición la cálida madrugada del martes 14 de julio de 1987 en la populosa calle de Las Tiendas de la capital. Después de más de veinte años, su asesinato sigue siendo un misterio sin resolver. No se llegaron a producir ningún tipo de detenciones en relación con su alevosa muerte y nadie reclamó su cadáver que fue enterrado dos días más tarde en el cementerio municipal de la capital.

El sujeto conocido como por el singular apodo de "Rambo", era un indigente borrachín y pendenciero, que llevaba casi un año afincado en la capital y traía "frito" a las Fueras y Cuerpos de Seguridad por sus continuados desmanes.. Raro era el día en que la Policía no tenía que mediar, bien para intervenir en una pelea con Rambo de protagonista o para protegerle de las iras de algún que otro ciudadano ante sus incesantes incidentes. Especialista en pequeños robos y hurtos en establecimientos de la capital su ficha policial ya estaba bastante lo suficientemente nutrida de este tipo de delitos. De alguna manera, se había convertido en el "jefe" de los diferentes grupos de indigentes que por aquellas fechas tenían tomados los puntos más céntricos de la capital.

La noche de su muerte, ocurrida en torno a las tres y cuarto de la mañana, una hora antes había sido detectado en las inmediaciones de la Plaza de la Catedral por la dotación de un patrullero del 092 de la Policía Local, deambulando con pasos vacilantes, junto a otro vagabundo de nacionalidad austriaca, llamado Frank, quien curiosamente a los pocos días del crimen desapareció de Almería como por arte de magia, sin que el sujeto fuese finalmente interceptado y cuyo testimonio hubiese podido aclarar algunos aspectos en relación con el crimen.

"Rambo", contaba con un largo historial de detenciones no solo en Almería, sino en bastantes otros puntos de la geografía española. Fue uno de los reclusos que inauguraron el nuevo centro penitenciario de Acebuche en el verano de 1986, donde cumplió una corta condena por un robo contra la propiedad cometido en una vivienda de planta baja en la barriada de Ciudad Jardín.

Gert Brell "Rambo" fue asesinado por la espalda. Según la hipótesis barajada en su momento por la Policía, su asesino debía de ir siguiéndole los pasos discretamente hasta buscar el lugar y momento oportuno para ejecutar su brutal propósito.

El sitio elegido fue frente a la droguería "Juanjo" y los almacenes de "El Blanco y Negro" existentes en la calle de las Tiendas. "Rambo" fue abatido de tres disparos de revólver calibre 38, según pudieron determinar posteriormente los agentes de la Policía Científica, una vez examinado el cadáver y fuesen recogidos los plomos de los proyectiles, cuyos casquillos, al tratarse de un revolver quedaron en el tambor del arma.

A juzgan por el aspecto que presentaban las heridas, los disparos fueron hechos a una distancia relativamente corta. Uno de impactos penetró por el costado izquierdo, otro en la región torácica que le partió el corazón causándole la muerte fulminantemente y un tercer proyectil le perforó el brazo derecho.

Unos vecinos de la calle, insomnes por el fuerte calor y el ruido de las detonaciones, informaron telefónicamente a la sala del 092 de la Policía Local sobre la presencia de un hombre tendido en medio de la calle rodeado de un gran charco de sangre, con los ojos entre abiertos y las manos crispadas. El hecho fue comunicado a su vez por los agentes locales a la sala operativa del Cuerpo Nacional de Policía desplazándose los inspectores de guardia de las Brigada de Policía Judicial y Policía Científica, quienes efectuaron las pertinentes inspecciones oculares así como de la recogida de otros restos y trozos de plomo de las balas. Se especuló que el asesino llegó a efectuar cinco disparos sobre la victima, aunque solo tres impactaron en su cuerpo. En la fachada de una de la casas quedaron señales inequívocas de los proyectiles..

Unas horas después, a las seis de la mañana, el juez Rafael García Laraña, titular del juzgado de instrucción numero 1 de Almería, que se encontraba de guardia junto al resto de la comisión judicial ordenó el levantamiento del cadáver.

Todos los indicios que iban apareciendo en la baraja hipotética de la Policía, apuntaban a un ajuste de cuentas como el móvil del asesinato. Parece ser, que uno o dos días antes, "Rambo" había sido detenido por la Policía, acusado de prender fuego y quemar deliberadamente el coche a un vecino de la capital, cuyo vehículo tenía estacionado frente a la explanada de la terraza del desaparecido cine San Miguel, aunque incomprensiblemente presentado dicho individuo por la Policía ante el juez, éste decretó su libertad, quizás ante la ausencia de testigos presenciales o de pruebas sólidas que lo incriminase en el caso. Lo cierto es que "Rambo", esa misma semana había sido protagonista de numerosas alteraciones de orden público.

Una vez, durante la Semana Santa, en la plaza de San Pedro, el sujeto estuvo a punto de ser "linchado"- sino llega a intervenir de inmediato una pareja de la Policía Nacional - por un grupo de personas, cuando durante un desfile procesional, el individuo se puso a orinar en la acera al paso de una de las imágenes por la calle Floridablanca. Otra de sus "debilidades" era violentar y forzar los cajetines de las cabinas telefónicas de la vía publica. Una de las veces fue sorprendido "in fraganti" por la dotación de un patrullero de la Policía en el paseo de Almería junto a un kiosco de prensa cuando guardaba en sus bolsillos una considerable cantidad de monedas. En su ficha policial a Gert Brall, nacido el 8 de febrero de 1944 en Eitoch (Alemania) le constaban un dilatado número de detenciones por robo con fuerza y lesiones, otras por alteración del orden público y exhibicionismo durante su estancia en nuestro país a donde había llegado unos cinco años antes..

El asesinato de Gert Brall "Rambo", es otra de las asignaturas pendientes de la Policía almeriense, dentro de ese amplio capitulo de crímenes no resueltos durante las dos últimas décadas en la provincia.