Real Hospital de Santa María Magdalena: una joya al descubierto

Almería

Mi primer artículo de este año 2023 de LA ALMERIA DE MARIBEL, desde mi convalecencia, está destinado a este histórico edificio y su reciente rehabilitación

Maribel García Sánchez

Almería, 05 de febrero 2023 - 08:00

La restauración y rehabilitación del antiguo Real Hospital de Santa María Magdalena (antiguo Hospital Provincial) para ser sede del Museo del Realismo Español, ha dejado al descubierto su estructura primitiva que se remonta al siglo XVI. Fue fundado por Fray Diego Fernández de Villalán; el mismo obispo fundador de la Catedral Fortaleza en el mismo siglo. El primer hospital estuvo ubicado en la zona de La Medina, sobre una vivienda musulmana. Allí estuvo tras la toma de la ciudad por los Reyes Católicos en 1489, hasta el trágico terremoto de 1522 que asoló casi por completo La Medina. Será en abril de 1547 cuando por decisión del Obispo Villalán se comience a construir un nuevo hospital en la ubicación actual, terminado en 1557. Las habitaciones de la planta baja se utilizaron hasta el siglo XVII como almacén de granero proveniente de las Fábricas del obispado, siendo utilizado hasta que fue necesario alojar a 14 soldados de Melilla enfermos, trasladándose por este motivo el granero a la plaza actual del Granero

El hospital estaba formado originariamente por tres naves unidas entre sí formando una U, con su fachada principal al norte y su lado abierto orientado al sur. Durante algunos años (1733 a 1776), el control del hospital estaba siendo motivo de discordia entre la iglesia y el gobernador militar Marqués de la Florida, con otros interesados. El cerramiento del lado sur tuvo lugar en 1776 cuando la junta de beneficencia se hace cargo del inmueble y se lleva a cabo una remodelación del edificio con Carlos III dando así el Hospital por seculariazado (convirtiéndose en un edificio civil).

En dicha remodelación, se construye una nueva portada, flanqueada entre pilastras jónicas que soportan un entablamento donde se apoya un balcón central, de donde arranca un segundo cuerpo, sencillo, rematado por un frontón curvo, que fue restaurado entre los años 1776 y 1778.

Uno de los accesos
Uno de los accesos / Josaca

En 1810, las tropas francesas lo ocuparon. En 1820, había diferentes espacios: leprosería, pozo de apósito, lavadero, sala de estufas y sala de Cirugía. En los años en los que el Hospital era un edificio eclesiástico estas salas tenían nombres de santos, que se han recuperado en la rehabilitación. En la entrada del edificio se abría un hueco con una compuerta de hierro y tenía un torno, que se dejaba abierta por la noche para poder tocar el enfermo y acceder al edificio. También como anécdota a algún bebe lo han dejado en el torno, como son los llamados Expósitos, de ahí proviene el apellido. A la leprosería, se accedía bajando unas escaleras polvorientas.

Saliendo de la leprosería y accediendo por un pequeño portón se entraba a un corralón en el que había un pequeño pozo de boca ennegrecida. En el hospital también había un Lavadero con grandes pilas y La Sala de estufas; esta sala, semejante a una especie de molino, estaba destinada a la desinfección. La sala de Cirugía, llamada de San Cristóbal, estaba destinada a las mujeres. Esta sala carecía de las medicinas que el médico de sala ordenaba tomar, por ello el mismo costeaba de su propio bolsillo la mayoría de las inyecciones y medicinas que necesitaban los enfermos.

Será en el siglo XIX, en el año 1835 cuando el Real Hospital pase a manos de la Diputación Provincial. En 1876 se levanta El Hospicio que lo llevaran las Hermanitas de la Caridad de San Vicente de Paul que llegarán en 1847. Se organizará a partir de cuatro naves que encierran en su interior un patio central de planta cuadrada y dos plantas de altura estructuradas mediante vanos de medio punto que descansan sobre columnas toscanas. La capilla que se añadió al inmueble en 1885, de planta rectangular y una sola nave con abside en la cabecera, cubierta con bóveda de cañón y tribunas alrededor, fue financiada por la Familia descendiente de los Puche, Maria Dolores Puche y Francisco Javier de León Bendicho y Quelty. Estas obras las llevará a cabo el arquitecto provincial D, Enrique López Rull.

A pesar de los muchos retoques sufridos en el edificio desde su inicio en el siglo XVI, especialmente en la segunda mitad del siglo XX con la puesta de los zócalos tipo sevillano, por la historia que encierra, el antiguo Real Hospital de Santa María Magdalena fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2007.

Detalle arquitectónico
Detalle arquitectónico / Josaca

LA REHABILITACIÓN PARA SER MUSEO DEL REALISMO ESPAÑOL

La Diputación Provincial, propietaria del edificio ha apostado por la restauración del edificio, siendo el arquitecto provincial de esta magna rehabilitación D. Alfredo Garrido. La Diputación Provincial encontró en el 2017 un edificio ruinoso con 129 habitaciones compartimentadas y que ahora terminada su rehabilitación se han quedado en unas 20 estancias adaptadas para ser sede del Museo del Realismo Español.

Decoración de los techos
Decoración de los techos / Josaca

Las obras, se han desarrollado en dos fases. La primera fase consistió en la restitución de cubiertas y eliminación de divisiones interiores y, en la segunda, se ha recuperado la escalera original diseñada por Juan de Orea en el siglo XVI, se ha restituido el artesonado mudéjar más largo de un edificio civil de España, destacando la demolición del Hospital Infantil para recuperar el acceso ajardinado de la Avenida de San Luis y la recuperación del patio principal.

Una de las recuperaciones más aplaudibles es la escalera de Juan de Orea del siglo XVI que, entre otras destrucciones producidas por la Guerra Civil, se derruyó para poder construir un refugio, permaneciendo emparedada durante casi 70 años hasta su actual recomposición con los 31 fragmentos conservados. Una actuación muy dificultosa donde se han podido enlazar las piezas mediante una reconstrucción digital a través de un procedimiento informático. También hay que destacar la recuperación de la entrada primitiva y el escudo con los perros alanos de la familia Villalán.

Con la recuperación y rehabilitación del edificio para ser sede del Museo del Realismo Español, todos los almerienses, podrán disfrutar de una zona importante del casco antiguo, que se convertirá en un gran potencial para revitalizar nuestra cultura de la mano de la Diputación Provincial en colaboración con la Fundación de Arte Ibañez-Cosentino. Hay que resaltar en toda la investigación de la historia de este edificio la realizada por el Doctor en Historia del Arte D. Trino Gómez.

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