Reglamentos Taurinos y Trofeos (y II)

Crónicas desde la ciudad

Desde 1914 (el primero) hasta 2011, las Presidencias de la plaza de Almería han concedido un total de 129 rabos, máximo apéndice permitido excluyendo el hace tiempo abolido corte de una "pata"

Reglamentos Taurinos y Trofeos (y II)
Antonio Sevillano / / Historiador

04 de septiembre 2011 - 01:00

EN dos siglos de Tauromaquia reglada, cinco han sido los Reglamentos vigentes: los cuatro primeros de ámbito estatal y el Reglamento Taurino de Andalucía, en nuestra Comunidad desde 2006. Con la firma de Ruiz Giménez, ministro de la Gobernación en el Gabinete de Romanones, la Gaceta de Madrid de 5 de marzo de 1917 publicaba el "Reglamento de corridas de toros, novillos y becerros", desarrollado en II capítulos y 114 artículos. Establece que la Presidencia recaerá en el gobernador de la Provincia y alcaldes, quienes podrán delegar en concejales (de hecho sólo presidían los festejos extraordinarios); fija de cinco a siete años la edad de las reses; dedica ¡23! epígrafes a picadores, puyas y suerte de varas (doce caballos obligatoriamente en el patio debidamente ensillados) y sólo 2 a la enfermería. Al tratar de los tercios de la lidia concede autonomía al matador, pero no especifica la concesión de trofeos (entendemos por tanto que quedan al libre albedrío de los Presidentes). Tampoco ofrecen luz sobre asesores (artístico y veterinario) en el palco.

Sobre la base del anterior, el Ministerio de la Gobernación -durante la monarquía de Alfonso XIII- elabora un nuevo "Reglamento para la celebración de espectáculos taurinos y de cuanto se relaciona con los mismos", fechado el 12 de julio de 1930 (III capítulos y 137 artículos). Las plazas se dividen en categorías: 1ª) Madrid, Barcelona (Arenas, Monumental y Barceloneta), Bilbao, San Sebastián, Sevilla, Valencia y Zaragoza; 2ª) todas las de las capitales de provincia y las de 11 localidades significadas por su demografía y tradición taurina: Algeciras, Jerez de la Frontera, Linares y Puerto de Santa María en Andalucía; 3ª) las permanentes del resto de España (no contempla las portátiles hoy al uso). Especial atención merecen las enfermerías, pormenorizando la dotación de instrumental y medicamentos antes de trasladar al herido a un centro hospitalario. Fijan el peso, rebajan la edad del ganado a lidiar (cuatro años cumplidos y menos de siete) y enfatizan sobre aspectos (control) de orden público y autoridad gubernativa. Siguen sin reglar los trofeos, aunque regulan los avisos (al tercero, devolución a los corrales o apuntillados en el ruedo); alternativas, participación prohibida a las mujeres y menores de 16 años, etc. Designan por primera vez asesores: veterinario y "técnico en materia taurina" (torero retirado o aficionado de prestigio), al tiempo que observamos una mayor atención a los derechos del espectador. En este punto es obligado evocar a Relampaguito, Pepe Canet, Chatillo de Almería, Juan Luis de la Rosa y Pepín Cruz.

Dado que los dos últimos Decretos son de fácil acceso al lector, acotamos el texto refundido promulgado por el ministro Camilo Alonso Vega en marzo de 1962 (XIII capítulos y 138 artículos). Se mantiene prácticamente la categoría de las plazas, incluidas las andaluzas; atiende a la disposición y comodidad de los graderíos (rampas, escaleras, asientos y medidas, aseos); marca el nº de timbaleros y clarines, dispone la ubicación (alejada) de la Banda de Música y regula las Escuelas Taurinas. El gobernador "podrá delegar (como presidente) en un funcionario del Cuerpo General de Policía donde lo hubiera" y avisa de que "queda totalmente prohibido el corte de patas (…) Únicamente de un modo que constituya excepción, a juicio de la Presidencia, podrá ésta conceder el corte de rabos de las reses". Aún teniendo en cuenta la época que historiamos, bien podría el legislador haber encarecido la concesión de tal apéndice -pese a las presión del tendido-, evitándose así la imagen festivalera y poco seria del coso almeriense antes y después de la Guerra incivil. El Reglamento no contemplaba en cambio el indulto, solamente su vuelta al ruedo.

FESTEJOS TRIUNFALISTAS

129 rabos (y tres "patas") repartidos en tres etapas, de 1914 a 2011: inicial, posguerra y periodo "Chopera". El primer recayó en Juan Belmonte (25-VIII-1914) tras dar muerte a "Hurón", del hierro sevillano de Gregorio Campos. El torero almeriense Julio Gómez "Relampaguito, una vez más, destaca sobre el resto con 16 rabos conquistados

6-IX-1916. Toros de Guadalest (único espada)

José Gómez "Gallito": 6 orejas y 2 rabos (no concedían la segunda oreja)

8-X-1916. Ganado de Pablo Romero

Julio Gómez "Relampaguito": 6 orejas y 4 rabos

25-VIII-1944. Ganadería de Ruiseñada (único espada)

Domingo Ortega: 4 orejas y 2 rabos

Manolete: 4 orejas y 2 rabos

Luis Miguel Dominguín: 4 orejas, 2 rabos y pata

30-VIII-1947. Reses de Antonio Pérez de San Fernando

Luis Miguel Dominguín: 2 orejas y rabo y dos orejas, rabo y pata

27-VIII- 1954. Seis de Leopoldo Lamamié de Clairac:

Rafael Ortega: 2 orejas, rabo y pata, con tres vueltas al ruedo

28-VIII- 1959 Toros del Marqués de Domecq:

Chicuelo II: 2 orejas, rabo y pata. Es la última concedida en nuestra plaza antes de que el Reglamento de 1962 lo prohíba.

28-VIII-1965. Toros portugueses de Cunhal Patricio

Paco Camino: 4 orejas y 2 rabos

El Viti: 4 y 1 rabo

José fuentes: 4 y 1 rabo

Dos rabos fueron concedidos en festejos de rejones:

30-VIII-1946: Conchita Cintrón. En ésta, Manuel Álvarez "El Andaluz" le cortó la pata a un toro de Gallardo

28-VIII- 1970 (por colleras): Álvaro Domecq y José Manuel Lupi

ESTADÍSTICA NOMINAL

Enumero por antigüedad los nombres propios y el total de apéndices "pilosos" logrados; listado en el que están las máximas figuras del escalafón del siglo XX. Para ello me he valido de mi propio y archivo y de sendos trabajos recopilatorios de los amigos Juan Aguilera Ruiz y Eduardo Marín. Excluyo las novilladas y festivales, aunque se encartelen matadores de alternativa. Una observación importante alusiva a las confusiones estadísticas observadas. En las primeras décadas la secuencia establecida era: una oreja y seguidamente el rabo (no se concedía la segunda, como ahora, salvo en contadísimas ocasiones reseñadas en las crónicas revisadas):

Juan Belmonte (2), Relampaguito (16), Joselito el Gallo (2), Julián Sáinz "Saleri", Valerito, Manuel García "Maera" (2), Martín Agüero, Enrique Torres (2), Vicente Barrera (3), Antonio Posadas, Marcial Lalanda (3), Ignacio Sánchez Megías, Manuel Jiménez "Chicuelo", Carnicerito de Méjico (2), Pepe Amorós (2), Victoriano de la Serna, Domingo Ortega (3), Pepe Gallardo, Manolete (2), Luis Miguel Dominguín (6), Conchita Cintrón, Antonio Bienvenida, El Andaluz, Pepín Martín Vázquez, Rafael Vega "Gitanillo de Triana", Julio Aparicio (2), Miguel Báez "Litri", Álvaro Domecq y José M. Lupi (I), Antonio Ordóñez (6), Rafael Ortega, Juan Carmona, Chicuelo II, Curro Romero (2), Chamaco, Diego Puerta (8), Paco Camino (9), Curro Girón, Mondeño, Andrés Vázquez, El Cordobés (4), Jaime Ostos (2), El Viti, José Fuentes (4), Paquirri (4), Miguelín, Ricardo de Fabra, Palomo Linares (4), Lomelín, Miguel Márquez, Eloy Cavazos, José Luis Galloso, Niño de la Capea, Antº José Galán, Nimeño II, Ángel Teruel (3), Espartaco, Ruiz Miguel, Pepín Jiménez (1982) y José Mª Manzanares (2011).

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