No sólo Regocijos, la inseguridad también linda con la calle Granada

Aceras estrechas, baches y postes de la luz de madera para describir el estado de la calle Sicardo

Aceras de la calle Sicardo.
Aceras de la calle Sicardo.
C. Fenoy

12 de agosto 2016 - 01:00

Si el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, inició una actuación de oficio con objeto de conocer el estado en el que se encontraba la calle Regocijos de Almería, quizás debiera hacer lo mismo con la calle Sicardo, perpendicular a la calle Granada. Durante décadas, salvo en algún tramo y porque se ha reurbanizado, el mantenimiento de las aceras de esta calle ha sido nulo por parte del Ayuntamiento de Almería, que ha permanecido pasivo. Incluso mejorado el paso para viandantes en la calle Granada, no se ha preocupado ni por poner al mismo nivel las conexiones, uniones que dependen de trancos. Los vecinos de este barrio reivindican el cuidado de la zona para la seguridad de los ciudadanos porque los incidentes se repiten continuamente además de ser imposible la circulación de personas de movilidad reducida, de cochecitos de bebé o simplemente de una persona con el carro de la compra. En todos estos casos los vecinos deben atravesar por la calzada con todo el riesgo que conlleva esta situación ya que, a pesar de ser una calle estrecha, su vinculación con La Rambla Federico García Lorca y la calle Granada la hacen muy transitada.

En caso de que la estrechez de la acera sea irremediable, los ciudadanos piden la renovación de la actual ya que es una "vergüenza en el siglo XXI".

Si se echa la vista más abajo de la calle, ésta tampoco tiene desperdicio. Donde radica la antigua fábrica de madera de Rabriju todavía se mantienen postes con tendido de la luz de madera. Estos están en la calzada junto a la acera, lo que supone un gran peligro. También hay que añadir los "hoyos" en las calzadas de vías del entorno, ligados a las alcantarillas, que provoca el destrozo de los coches.

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