Reproches y alabanzas en un nuevo debate político sobre el Algarrobico

El Algarrobico volvió al antiguo Hospital de las Cinco Llagas por segunda vez en esta legislatura. La consejera de Medio Ambiente, María Jesús Serrano, compareció a petición propia ante el pleno del Parlamento de Andalucía con el objetivo de explicar el derecho de retracto que formalizarán, si la mercantil Azata finalmente se presenta, mañana en una notaría de la capital. Una nueva ocasión para reprocharse públicamente responsabilidades, o más bien eludirlas, durante la gestación y evolución de un hotel de cuatro estrellas que tenía previsto abrir sus puertas en Semana Santa de 2006 pero fue paralizado por el juez Jesús Rivera en febrero.

La consejera argumentó que su decisión última de formalizar el derecho de retracto, ejercido en septiembre de aquel año sobre las dos fincas adquiridas por Azata en 1999, se debe a la necesidad de evitar a toda costa cualquier acto que suponga una transformación del suelo hasta que no se resuelva el recurso de la promotora en el Supremo referente a la propiedad y clasificación de los terrenos. No se llevó a cabo antes porque no se habían producido las dos últimas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía por las que se declara urbanizable esta parcela y se valida la licencia del Ayuntamiento de Carboneras. Un razonamiento que no convenció a la bancada popular, que le acusó de anunciar acciones judiciales sin tener claro lo que harán para "acallar voces" de los colectivos que reclaman el derribo, entre los que aparece su socio de gobierno en la Junta. "Se trata de gestos de cara a la galería que ni siquiera han meditado porque el gobierno andaluz conocía la compraventa de las fincas y no quiso ejercer el retracto en su momento". Así de tajante fue la parlamentaria del PP de Almería, Aránzazu Martín, quien desde el estrado cuestionó el cambio de postura de la Junta y la "inseguridad jurídica" que han generado. Reproches que se suman a los del coste del retracto y derribo para los andaluces y a los que la consejera respondió que los 2,3 millones que cuesta recuperar el suelo ya se aportaron en 2006 -desde entonces están en una caja del juzgado- y los de la demolición y restauración serán sufragados a partes iguales por el Ministerio de Medio Ambiente y la administración regional. Sobre los últimos fallos, Serrano señaló no compartirlos y argumentó que emplearán todos los recursos y medios a su alcance para tener la seguridad jurídica necesaria para el derribo. La parlamentaria de Izquierda Unida, Rosalía Martín, planteó que ya tienen suficientes garantías para demoler la parte del hotel que incumple la Ley de Costas. Lejos de cuestionar, como en otras comparecencias, la labor de la Junta, la coordinadora de IU en Almería felicitó a la consejera y la animó a seguir trabajando en el camino que ha iniciado hacia el futuro derribo de "ese armatoste vergonzante para los andaluces y almerienses". Rosalía Martín le desgranó una hoja de ruta e hizo una alabanza de los movimientos ecologistas y ciudadanos en su defensa contra la destrucción del litoral que simboliza el hotel de Carboneras.

La consejera también se sumó, en su réplica a las intervenciones parlamentarias, a esa felicitación a los colectivos conservacionistas "porque nos ayudan a defender el patrimonio natural" y pidió a la justicia celeridad en la resolución de una causa que acumula ya una veintena de sentencias, lo que no deja de plantear la contradicción de que los retrasos, al menos en la dinámica judicial reciente, están vinculados a sus recusaciones y denuncias contra los magistrados e incidentes de ejecución como el que ayer fue admitido a trámite sobre la sentencia que legaliza la licencia municipal de obras. El parlamentario del PSOE Almería, José Luis Sánchez Teruel, olvidó que se debatía el retracto y sus consecuencias y optó por lanzar un ataque a los populares incluso antes de que intervinieran. "El PP nunca se ha mojado, son hábiles, especialmente su presidente, que no dice lo que piensa, sólo lo hace en cortijos o en privado". Pero no se quedó ahí, el socialista echó en cara en el reparto de bendiciones y responsabilidades en la puesta en marcha del hotel el papel que en su día jugó Fernando Cabezón, exparlamentario popular que se pasó de una sociedad estatal a la promotora. Por último, pidió que se hablara bien de Carboneras, si bien antes la consejera ya había planteado que "no dejará solos a los vecinos" implementando un plan de dinamización de empleo.