Rivera exige que no haya imputados en los escaños y pide un pacto contra la corrupción

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, advirtió ayer que no van "a ser comparsa de nadie que tenga a ex presidentes imputados por corrupción" y que si depende de su partido un Gobierno, una mayoría o un cambio en Andalucía "no hace falta ni que descuelguen un teléfono" para llamarlos.

Rivera, que participó en un acto electoral en Málaga junto al candidato a la Presidencia de la Junta, Juan Marín, apostó por "luchar como una lacra" contra la corrupción, que "hay que abordar como un problema nacional", igual que los partidos se pusieron de acuerdo para luchar contra el terrorismo.

Se refirió a Susana Díaz como "presidenta sustituta", porque "no la han votado y sustituyó al imputado (José Antonio) Griñán y al imputado (Manuel) Chaves", y la criticó por anunciar una oficina contra la corrupción, ya que "sólo faltaba decir que el presidente va a ser Chaves". "Suena a risa, pero es para llorar. La oficina la tendrían que tener en la sede del partido, porque harían menos desplazamientos y perderían menos tiempo", añadió.

También resaltó que "uno no puede anunciar una oficina contra la corrupción cuando está plagado de corrupción y tiene sentado en el Senado y aforado en el Supremo a dos ex presidentes de la Junta y no se tiene la valentía y el coraje de echarlos a la calle". El líder de Ciudadanos destacó que las encuestas que les dan "incluso la posibilidad de gobernar España" muestran que "nada es imposible" y les "sitúan en la línea de salida para poder ganar el partido".

Rivera animó a sus militantes y simpatizantes a seguir "con la misma humildad y ser igual o más prudentes", aunque sin "ponerse techo", y que lo hagan "sin gritar y sin insultar".