Tres metros de largo y más de dos de diámetro, y con un peso que no se sabe bien cuánto puede llegar a alcanzar. Son las dimensiones de la tremenda roca que se sorprendía este domingo a una familia en Barranco de Caballar y que amenaza con partir en dos esta vivienda que ha sido desalojada. Los afectados quieren regresar a su casa, por lo que piden ayuda para retirar este gigante de piedra antes de que provoque más daños materiales.
Sobre las cinco y media de la tarde del domingo, la sensible ladera de Barranco Caballar volvió a hacer las suyas, descargando dos grandes piedras que cayeron directas a esta casa tipo cortijo, donde reside Esteban Salmerón, con su mujer y su hermano. La primera de las piedras cayó en un lateral de la vivienda, dañando la fachada. La otra, mucho más grande, en la azotea. “Parecía una bomba lo que había caído en el tejado, es que es una roca del tamaño de un coche”, comenta este vecino del barrio de Pescadería-La Chanca. Por suerte no hubo heridos, ya que el ‘artefacto’, pese a su peso, no llegó a desplomar el techo, pero aún sigue desafiante.
La piedra ha quedado incrustada. Mitad puede verse desde el exterior, mientras la otra mitad ha atravesado el cortijo. Son los negativos de las vigas las que la mantienen sujeta, si bien los propietarios temen que no aguanten más el peso y el techo, ceda. Fueron el domingo auxiliados por la Policía Local y los Bomberos, tendiendo que dejar su vivienda y acudiendo Salmerón en la mañana de ayer lunes al Ayuntamiento en busca de una solución.
“No pido mucho, solo que me ayuden a retirar la roca. Nos hemos ido a casa de uno de mis hijos, pero es un cuarto sin ascensor y mi mujer no puede andar. Queremos volver lo antes posible. Pago mis impuestos y lo que quiero es que cumplan con su deber”, afirma, molesto porque, según asegura, “en Urbanismo, me han mareado de un lado a otro hasta que me han hecho rellenar un papel y ya está, ¿y ahora qué?”, cuestiona.
Desde el área municipal, se asegura, no obstante, que el personal Urbanismo ha guiado a la persona afectada a cumplimentar la oportuna documentación en el Registro al objeto de la adopción de las medidas oportunas, mientras que un técnico ha girado ya visita y procede a la redacción de un informe que determinará las causa del desprendimiento y los actos a llevar a cabo, así como a quién corresponde subsanar los daños.
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