Roquetas lava en el mar la cara de Santa Ana

El Puerto de Roquetas de Mar vivió ayer el día grande de sus fiestas patronales con la tradicional procesión marítimo terrestre de las imágenes de la Virgen del Carmen y Santa Ana, que fueron embarcadas a bordo de dos buques tras salir a hombros de costaleros desde el nuevo templo del barrio. Previamente, por la mañana, se celebró la misa con coro rociero, siendo por la tarde cuando miles de personas se congregaron en las calles, el puerto, el faro y el castillo de Santa Ana para seguir los acontecimientos. Durante todo el día la jornada fue muy festiva, destacando el momento del juego de la cucaña, que congregó a otra multitud, sobre todo de jóvenes, sobre los muelles para disfrutar y bañarse en las aguas del puerto, mientras los jóvenes intentaban proezas y se escurrían por el madero cayendo al agua envueltos en jolgorio y alegría.

Sobre las siete de la tarde salieron de la iglesia de San Joaquín y Santa Ana ambas imágenes, escoltadas por el alcalde Gabriel Amat, los concejales del equipo de gobierno y diversas autoridades como el diputado nacional Matarí, acompañadas por la Unión Musical de Roquetas de Mar y la banda de la localidad valenciana de Carcaixent.

Una muchedumbre, junto a un atronador fuego de cohetería, siguió fervorosamente el recorrido hasta la explanada del faro, donde tuvo lugar uno de los momentos más emocionantes de todo el itinerario. Sobre el escenario donde tienen lugar los conciertos musicales los costaleros depositaron ambas tallas para que el alcalde y dos fieles, designados por sorteo, procedieran a lavar la cara de Santa Ana con agua del mar, gracias a unos paños y una palangana. El más íntimo fervor apareció en esos momentos y mucha gente no pudo reprimir las lágrimas de emoción.

Luego parte del agua se utilizó para que la muchedumbre pudiera también lavarse con ella. El resto del agua fue devuelta al mar por parte del subinspector de la Policía Local Antonio Villanueva, elegido entre sus compañeros para hacerlo, un acto que supone todo un orgullo para el agente que lo hace. Fueron los instantes más emocionantes de la procesión junto al momento de embarcar las vírgenes en El Puerto.

Desde el faro siguió la comitiva, con miles de personas, hasta el muelle, donde de nuevo la multitud esperaba que las patronas subieran a los barcos para navegar hasta Aguadulce. En alta mar se realizó una parada para tirar por la borda dos ramos de flores en memoria de dos personas recientemente fallecidas, como recordaba el presidente de la asociación de armadores roquetera, Aureliano Marín, "Celestino, un hombre joven que murió de un tumor cerebral y a Juan el Pérez, de setenta años, muy querido y gran profesional que tenía el don de llevarse bien con todo el mundo, algo muy difícil hoy en día. Lo hacemos con todo el corazón para recordarles".

La comitiva marítima iba totalmente engalanada puesto que se había celebrado el concurso municipal para embellecer los barcos para celebrar esta festividad, siendo el barco La Dama el ganador del concurso. Un gran número de buques de todo tipo escoltaban a las imágenes en la travesía marítima, que resultó esplendorosa. Antes de anochecer los barcos volvieron a puerto y de nuevo la Virgen del Carmen y Santa Ana recorrieron las calles hasta llegar al templo del que habían salido horas antes. Una fecha emotiva para recordar.