Ruta de migas para celebrar el 28F

En la provincia, un día nublando o lluvioso es sinónimo de migas y en Roquetas de Mar esta tradición se extiende también a una fecha destacada, el Día de Andalucía. En El Parador, por ejemplo, hacer una 'paila' de migas para celebrar el 28-F en compañía de familiares y amigos en una tradición que cuenta con más de 20 años de antigüedad. Esta práctica se extiende también al resto de núcleos urbanos del municipio, que celebraron ayer la autonomía con un buen plato aderezado con todos sus 'tropezones'.

El alcalde roquetero, Gabriel Amat, quiso estar como cada año acompañando a los vecinos junto con varios miembros del ejecutivo municipal. A lo largo de la mañana y de buena parte de la tarde visitó todos los núcleos de población que festejan, con la gastronomía más tradicional, esta fiesta regional.

La 'ruta de las migas' dio comienzo en el Centro de Día de la Tercera Edad de Roquetas de Mar, donde los más mayores preparaban las viandas para el festejo. La segunda parada se produjo en la barriada de las 200 viviendas, donde Amat saludó a los vecinos que rodeaban la tradicional 'paila'.

Desde allí, el trayecto continuó hasta los Cortijos de Marín, donde los vecinos compartieron, además de las migas, productos de la tierra que cultivan los agricultores de la zona. Los pimientos fritos y las habas, una verdura típica de esta temporada, son un clásico que no falta en este día y, más en concreto, en este núcleo de población.

Posteriormente, el alcalde de Roquetas visitó Las Losas, para desde allí, trasladarse al Centro de Usos Múltiples de Aguadulce, donde la concejal de Recursos Humanos, Francisca Toresano ejercía de cocinera.

La jornada maratoniana del primer edil, finalizó en La Gloria, donde Amat agradeció a todos los ciudadanos su participación y celebración en estas actividades.

A lo largo de todo el recorrido los vecinos mostraron su buen hacer culinario con las típicas migas, que en la provincia se hacen con trigo o sémola, a diferencia del resto de Andalucía, donde predomina la versión elaborada con pan duro, o en otras zonas de España como en Castilla La Mancha, donde la base es pan duro puesto en remojo durante al menos dos horas.

Para que el plato tenga 'enjundia' se le añaden una serie de 'aderezos' para acompañarlo: sardinas, boquerones fritos, bacalao, pescado seco, pimientos fritos, tomate seco, berenjenas fritas, 'tajás' de carne de magra o lomo, tocino frito, pimientos secos fritos, y morcilla y chorizo, entre otros.

Hay quien opta por acompañarlas además con uvas, granadas, habas, rábanos, olivas, ajos tiernos o tomate para 'aligerar' el bocado y que las migas 'pasen' más fácilmente. Y es que este plato típico de los pastores y agricultores, si de algo no peca es de ligero.