Almería

SIERRO. Una abominable terrorista

SIERRO. Una abominable terrorista

SIERRO. Una abominable terrorista

La historia de los pueblos como entidad administrativa y en cada una de su localización geográfica o demografía pasa indefectiblemente por las personas. Por las mujeres y hombres que han conformado su censo vecinal. No en todos los casos con biografías edificantes. Circunstancias en las que nada influye el lugar de origen, ni este debe sentirse aludido ni estigmatizado. Al contrario, el relato de la vida y obra del individuo debe servir al resto de la sociedad como espejo en el que no mirarse, el de rechazar sus connotaciones negativas. Es el caso de Mª Dolores López Resino “Lola”. Para ello me baso en la prolija narración que de la serrana realizó José Ángel Pérez, acreditado reportero local de sucesos.

Nacida el 20 de febrero de 1951, en Sierro, el pequeño pueblo que domina el valle alto del Almanzora, apenas nadie sabía de sus sangrientas acciones, ya que a temprana edad su familia emigró a Granollers. Su escasa parentela se extiende a municipios cercanos, caso de Fines, donde aún residían tíos y primos. Jamás hubo ningún contacto entre la terrorista y sus familiares, pese a que su infancia transcurrió en el pueblo donde algunos vecinos la recuerdan vagamente como “una niña rara y traviesa”. A mí me queda la duda -confiesa el citado informante- de si “Lola”, una de las más activas integrantes de ETA durante la década de los años ochenta en el País Vasco y Cataluña, ha tenido que ver con algunos de los diferentes atentados que mataron a una decena de policías, guardias civiles y paisanos de Almería y dejaron heridos a otros dieciocho con distintas secuelas. Con 57 años estaba considerada como una eficaz organizadora de logística de los comandos terroristas de ETA, y según fuentes de la lucha antiterrorista española fue la responsable de infraestructuras del “Comando Barcelona”, autor de la matanza en la localidad de Vich.

Mª Dolores López, Lola Mª Dolores López, Lola

Mª Dolores López, Lola

En Cataluña contó con el apoyo de militantes de extrema izquierda y a los 18 años en Granollers se integró en varios de esos grupos cuando cursaba estudios en la Universidad, hasta que en 1971 abandonó las clases y comenzó a trabajar en una fábrica textil, ingresando seguidamente en las filas del Partido Comunista Internacional. En 1980 fue acusada de colocar un artefacto explosivo en el Monumento a los Caídos en Barcelona, por lo que pasó ocho años en la cárcel de Yeserías (Madrid), donde entró en contacto con reclusas de la organización terrorista. Al salir en 1988, la Policía le perdió la pista tras huir a Francia.

Después se afincó en tierras catalanas, hasta que con motivo de las Olimpiadas de Barcelona en 1992 y por motivos de seguridad, ante el gran despliegue activado, “Lola” abandonó la región y, al parecer, regresó al sur de Francia. Y es que la paisana ya figuraba entre los objetivos en la lucha antiterrorista a cargo de los Servicios de Información de la Guardia Civil, Policía y el CESID. Estos intensificaron su búsqueda y sopesaron la posibilidad de que tratara de buscar seguridad en la provincia de Almería, pero nunca llegó a ser detectada.

En marzo de 1992 la Guardia Civil identificó a María Dolores López Resino como una de las personas que vivían en la calle Luis de Vicente, de Santander, formando parte del desarticulado “Comando Mugarri”, aunque ella logró huir del piso franco en el que se habían refugiado hasta poco antes de la llegada de la Policía al ser localizado dicho grupo en esta ciudad cuando preparaban atentados en Cantabria y Asturias.

Huida Francia

Bajo el mando de Felipe San Epifanio, en 1993 era lugarteniente del comando junto a Gregorio Vicario, Rosario Ezquerra y Benjamín Ramos Vega, a quienes se les atribuyen la colocación (5 de agosto de 1992) de un coche bomba en la calle Vila Vilá de Barcelona, desactivado sin graves incidentes por agentes del Tedax. Días más tarde colocaron otro artefacto explosivo en el restaurante “La Galera” del puerto olímpico barcelonés, cuya deflagración ocasionó heridos de diferentes pronósticos. 

A Dolores y al “Comando Barcelona”, al que pertenecía la etarra se le adjudicó la explosión de un coche-bomba en la estación de Sants el 29 de octubre de 1993, originando importantes daños materiales. Prosigue el minucioso relato de José Ángel Pérez. El 7 de febrero de 1994 dicho grupo asesinó al coronel Leopoldo García Campos. Finalmente se le imputó el atentado contra el Gobierno Militar de Barcelona el 19 de abril de 1994,en el que murió el civil Vicente Beti.

Tras una corta desaparición de la escena del crimen, en 1995 se reconstituyó el grupo, reapareciendo con el brutal atentado en los aparcamientos subterráneos de Hipercor de Barcelona, causante de la muerte de 21 personas y más de treinta heridos. Aunque López Resino no intervino en esta acción pasó a Francia, donde estuvo oculta y protegida por ETA durante cierto tiempo antes de ser detenida en 2001 y extraditada a España. El 10 de marzo de 2008 la Audiencia Nacional la condenó a 19 años de cárcel por la colocación en octubre de 1993 de un coche bomba en la estación de Sants de la ciudad condal sin causar heridos.Desde febrero de 2008 la etarra almeriense se ha sentado cuatro veces en el banquillo por distintas causas y en las que la Fiscalía solicitó un total de 212 años de cárcel. Meses después “Lola” volvió a enfrentarse a un tribunal en el que el ministerio fiscal pidió otros 49 años y medio de prisión por recabar información sobre posibles objetivos de ETA entre enero y febrero de 1992.

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