Almería

Sacyr cobrará por no hacer obras del AVE

  • El Ministerio de Fomento tendrá que abonarle 1,4 millones de euros en concepto de lucro cesante

  • Cataluña se lleva la mayor parte del pastel de las infraestructuras con 667 millones en inversión

En marzo de 2014 se tapiaron los túneles, según el Gobierno, para evitar desperfectos.

En marzo de 2014 se tapiaron los túneles, según el Gobierno, para evitar desperfectos. / D. A.

Las obras del tramo del AVE entre Pulpí y Cuevas del Almanzora no han podido iniciarse más de 20 meses después de que el Ministerio de Fomento se las adjudicara a la constructora Sacyr. En noviembre de 2016, cuando ya había transcurrido año y medio, la empresa amenazó con romper el acuerdo. El Gobierno se negó rotundamente e incluso le dio un par de avisos a través de Rafael Hernando: "Tiene que saber qué se está jugando con esto. No es una pequeña obra en Almería, es algo más serio. Es un contrato con ADIF y es un contrato con el Gobierno".

Pero el Gobierno tuvo que ceder. No podía alargar más el cuento de la tortuga mora (uno de los muchos que se han repetido durante las últimas fechas, como las eternas expropiaciones de los terrenos). La constructora pidió que se modificara el contrato para compensar económicamente el retraso, pero el Acta Complementaria de Comprobación del Replanteo 2016 recogía la imposibilidad de modificar los términos técnico-económicos del contrato. Aunque el contrato salió a licitación por un importe de 82 millones, al final fue adjudicado por 40. La baja era sumamente peligrosa.

El caso es que aunque solo hubieran pasado seis meses desde que se les fueran concedidas las obras, la empresa puede reclamar una indemnización por no poder comenzarlas siempre y cuando el motivo proceda de un agente distinto a ellos. A entender, en su momento, que existía perspectiva de pérdida económica en su construcción estaba en su derecho de reclamar un 3% del valor total de este haciendo uso de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (LCAP). Por lo tanto, el Gobierno deberá abonar a Sacyr 1,4 millones de euros, simplemente, por no haber hecho su trabajo en tiempo y forma. Adif ha incluido estos 12 kilómetros en la programación racional de la línea de alta velocidad Murcia-Almería, en la que trabaja junto al Ministerio de Fomento, y que supondrá una adaptación de los proyectos a la situación actual, "con el único objetivo de que la alta velocidad llegue a Almería a la mayor brevedad posible", señalan. Una vez definido el proyecto en su conjunto, se establecerá un nuevo cronograma de actuaciones que se presentará en las próximas semanas. El caso es que la creación del proyecto, su licitación y su adjudicación puede suponer una demora de más de un año hasta el comienzo de las obras.

Lo cierto es que en Almería se han completado cuatro tramos que suman una distancia de 27,8 de los 108,4 kilómetros de la línea de Alta Velocidad en la provincia. Las obras del AVE continúan paralizadas desde que se completaron los cuatro tramos iniciados. Es verdad que el tramo entre Murcia-Almería es uno de los más complejos de la infraestructura, con una longitud de 185 kilómetros, estructuras muy relevantes (entre ellas, 4 túneles y 13 viaductos) y diversos condicionantes medioambientales. Con una inversión prevista en torno a 2.000 millones de euros, actualmente cuenta con 7 tramos ya finalizados.

Incluso el PP de Almería pone de su parte para presionar al Gobierno. Gabriel Amat, presidente del partido, ha mantenido ya dos encuentros con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, para sacarle un compromiso. En la capital, el equipo de gobierno lleva a pleno una moción que insta al Gobierno a establecer un compromiso "firme y prioritario" respecto del Corredor Mediterráneo.

El último mazazo llegó en forma de declaraciones y promesas. La brecha entre lo que el Gobierno central del Partido Popular invierte en infraestructuras ferroviarias en Andalucía y el dinero que destina a otras autonomías, como Cataluña y la Comunidad Valenciana, se agrandó el pasado martes con el anuncio que el presidente Mariano Rajoy hizo en Barcelona: destinará otros 667 millones de euros en asegurar que los tramos catalanes del Corredor Mediterráneo están concluidos en 2020 -cumpliendo el primer objetivo temporal que marcó la Comisión Europea-, mientras los tramos andaluces siguen sin ejecución alguna.

En Andalucía, Granada lleva casi dos años aislada por ferrocarril, un calvario diario para los pasajeros y elevadamente oneroso para Renfe. En Almería el asunto es aún más grave, pues ya son más de cuatro años sin que se haya construido ni un metro de AVE a pesar de que año tras año se han venido presupuestando cantidades. Los populares exhiben los 614 millones que se dejaron de invertir entre 2004 y 2011 por el Gobierno de Zapatero y desde el PSOE echan mano de la historia más reciente para cargar contra los 417 millones que se esfumaron durante la legislatura de Rajoy.

El caso es que el anuncio del presidente del Gobierno puede ser interpretado. Llega en un momento de controversia entre el Estado español y la comunidad catalana. Les ha prometido 4.200 millones. Gran parte de estos para la red de cercanías catalana -Rodiales-.

Ya sucedió algo similar con la Alta Velocidad gallega, donde el impulso económico para llevarla hasta Ourense supono más de 2.000 millones entre 2012 y 2015. En Almería, mientras tanto, no se construyó ni un metro. Además, el pasado mes de enero, el Gobierno Vasco y los ayuntamientos de Vitoria, Bilbao y San Sebastián acordaron con Adif la definición de la entrada del tren de alta velocidad en las tres capitales vascas. El soterramiento, en Bilbao, allí sí será posible.

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