Saetas nada convencionales
Viendo Jesús que la muerte
la tenía tan cercana,
se echó la maleta al hombro
y tiró pa´La Cañada
NO descubro el Mediterráneo: si los villancicos son la banda sonora de Navidad otro tanto ocurre con la saeta en Semana Santa. El ser un tema recurrente no deslegitima el seguir escribiendo de ella. Al contrario, año tras año es todo un clásico de Despeñaperros p´abajo. A estas alturas, el problema no es otro que encontrar algo nuevo con el que hilvanar un artículo medio decente. De esa búsqueda surge el título que inicia el serial que hasta el domingo de Ramos les propongo, si es que tienen la bondad de dedicarles unos minutos entre borrachillos, torrijas o media integral de aceite.
Un riesgo colateral, aunque ya estamos curado de espanto, es que determinados beatos (observen que no digo creyentes) son tan integristas o más que aquellos a quienes critican. No es lo mismo, naturalmente, predicar que da trigo. En su momento cargaron contra el fanatismo de un Jomeini ávido de venganza contra Salman Rusdhie -vamos, que el ayatolá iraní quería verlo colgado de un árbol- por caricaturizar a Mahoma en "Versos satánicos". Ahora bien, con sus iconos titulares ni una broma. En cierta ocasión comenté que la talla del Cristo del Perdón -de las últimas obras del imaginero malagueño Palma Burgos- se asemejaba más, anatómicamente, a un corredor de maratón que a un hombre expirando en la cruz y por poco el crucificado soy yo. Deberían entender que para alcanzar un óptimo estado de salud mental nada mejor que saber reírse de sí mismo, de los propios dogmas. Algo a lo que estamos poco habituados los españoles. No es casualidad que en "El nombre de la rosa", la novela de Umberto Eco, uno de sus personajes claves sea precisamente español: Jorge de Burgos. Recordarán que el anciano bibliotecario no dudó en provocar la muerte en cadena de monjes de la abadía con tal de impedir la lectura de La Poética de Aristóteles, bajo el peregrino argumento de que la comedia, la risa y el humor llevan al hombre -y a la mujer, supongo- directamente a los Infiernos. ¡Dios no ríe, el cristiano no ríe!, hay que joderse con el Padre Jorge… Se hace raro que el intransigente ciego olvidase ciertos pasajes de la Biblia.
CONVENTO GRANDE
Tras la tempestad, la calma y un poco de historia sobre el origen de la saeta. La referencia más antigua la fecha un librito de rezos de largo título: "Voces del dolor nacidas de la multitud de pecados que se cometen por los trajes profanos, afeites, escotados y culpables ornatos; dábalas fray Antonio de Escaray, predicador de Su Magestad y Apostólico de Propaganda Fide de las Indias Occidentales, de la ciudad de Querétano", impreso en 1691. Escaray precisa:
Mis hermanos, los reverendos padres del Convento de Nuestro Padre San Francisco, de Sevilla, todos los meses del año hacen misión, bajando la comunidad a andar el Viacrucis con sogas y coronas de espinas y, entre paso y paso, cantaban "Saetas". Después hay Sermón...
Sin perder el primitivo carácter religioso, en su evolución litúrgica la sagita latina pasó de los frailes al cuerpo seglar; transformada en cantos salmodiados que mueven a la piedad y acongojan al personal. Lúgubres y amenazantes avisos proferidos por hermanos del Pecado Mortal en novenas y viacrucis (en Almería tenemos algunos ejemplos) propias de cofradías de Ánimas Benditas. Escalón previo a las flamencas actuales.
-De parte de Dios te aviso / que trates de confesarte / si no quieres condenarte
-Hombre que estás en pecado / si en esta noche murieras / mira bien a donde fueras
-Restituye y paga luego / que una mortaja no más / de este mundo sacarás
-La gula engruesa los cuerpos / con sus regalos profanos / para cebo de gusanos.
EUGENIO NOEL
Seguiriyas, martinetes, tonás o deblas son el vehículo estilístico habitual, aunque no siempre fue así. El "portavoz oficioso" de la Generación del 98, más conocido por su posicionamiento antiflamenquista y antitaurino, ya lo advertía en "Semana Santa en Sevilla", editada en 1916:
En sus saetas, el pueblo andaluz ha escrito el tratado más grande de su psicología (…) No duda un momento en cantarlas con el aire de su tierra, a modo de malagueñas, jaberas, sevillanas, tarantas o cualquier otra melodía…:
Dónde va el señor San Juan
con el dedo señalando.
¡Va en busca del maestro
que lo están crucificando!
O sal en por peteneras con aquello de:
En la calle la Amargura
se cayó su Majestá
y aquellos perros judíos
lo alevantan a patás
Y ponen en boca del propio Nazareno:
La silla donde me asiento
se l`ha caío la anea
de tanto pasar tormentos
De nuevo Eugenio Noel pone las cosas en su sitio respecto a la paternidad de la célebre saeta musicada por Serrat y letra, adjudicada en su totalidad, de Antonio Machado. Pues bien, ya en el siglo XIX Demófilo, padre de Manuel y Antonio Machado, precisaba al folclorista gaditano José Mª Sbarbi que el estribillo, la estrofa más reconocible, era de origen popular, de autor desconocido y "que suelen cantarla los gitanos":
¿Quién me empresta una escalera
para subir al madero
a quitarle las espinas
a Jesús el Nazareno?
SAETAS JOCOSAS
Madre mía del Consuelo
que mal acompañaíta vas:
si malos son los de a`lante,
peores son los de atrás
Nada convencionales son igualmente las publicadas (abril, 1930) por el diario capitalino El Pueblo y proporcionadas por Antonio Andrés Díaz. Aquí los versos fervorosos adquieren intencionalidad política, sin caer en la irreverencia. En febrero un Real Decreto nombró nuevos concejales "en concepto de mayores contribuyentes" y el pleno municipal de 1º de abril a su alcalde, el conservador Ginés de Haro. Las guasas no tardaron en surgir desde posiciones enfrentadas. Reproduzco dos de las seis:
Almería es la dolorosa
que nunca encuentra consuelo,
en todos fía generosa
y le están tomando el pelo
de una forma escandalosa
Humilde, cauto y sencillo,
sin torpe ni vano orgullo,
fue metiendo en el bolsillo
dinero que no era suyo…
¡Más por bueno que por pillo!
De gran calado ideológico fueron las dos variantes escuchadas en Sevilla durante la Semana Santa (1934) del "bienio de derechas". Al instaurarse la II República las procesiones fueron boicoteadas desde el sevillanismo cofradiero más reaccionario. No es una contradicción: la presencia de forasteros sería escasa y el Comercio se resentiría en sus ingresos, creando un clima de creciente malestar. Oportunamente, los hermanos Mayores se encargaron de culpar al Gobierno de Madrid del sentimiento anticatólico reinante:
Dicen desde el "banco azul"
que España ya no es cristiana.
¡Madre, no lo creas Tú!,
que aunque sea republicana
todos mueren por Jesús!
Que España ya no es cristiana
se oía en el monte azul.
Siendo tú republicana,
aquí quien manda eres tú
Estrella de la mañana
Y para concluir una de indescifrable intencionalidad, cantable a los titulares de Santiago y San Pedro:
De las alas de un mosquito
hizo la Virgen su manto,
y le salió tan bonito
que lo estrenó el Viernes Santo
en el entierro de Cristo
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