Salgado habla de punto de inflexión y el PP de "drama"
Aluvión de reacciones con un denominador común: que el Gobierno despierte y ataje el problema sin titubeos
Esperanza contra pánico. Seda contra acero. La ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, contra el presidente del PP, Mariano Rajoy. Gallega contra gallego. Si la primera opinó ayer que los cuatro millones de parados serán "un punto de inflexión" hacia la desaceleración del desempleo, el segundo calificó las cifras de "dramáticas".
La vicepresidenta segunda basó su análisis en que primer trimestre del año ha sido sin duda el peor de todo el año y que los datos que maneja el Gobierno apuntan "a una clara inflexión a partir del mes de abril". El desempleo, apuntó, experimentará una "desaceleración" a partir de este mes por la puesta en marcha de los proyectos financiados por el Fondo de Inversión Local. "Nuestros datos indican que las contrataciones superarán las estimaciones [habrá, en teoría, 400.000 nuevos empleos gracias al Fondo]".
Nada que ver con el retrato de Rajoy, duro y directo: ""Éste no es un problema de socialismo, sino de una incompetencia estratosférica" del actual Ejecutivo, "el peor de la historia de España". El responsable económico del PP, Cristóbal Montoro, añadió a la crítica el gran temor de la oposición cuando dijo que "los cinco millones de parados están al alcance de la mano", un vaticinio que el Ejecutivo considera "apocalíptico".
Mientras, la patronal insiste en su visión del asunto. En un comunicado, la CEOE pidió que se debata su propuesta de reforma laboral y aclaró que no busca abaratar el despido ni hacerlo libre, sino mejorar los contratos temporales y convertirlos en fijos de una forma asumible para los empresarios, respetando siempre los derechos adquiridos por los contratos ya vigentes. Y los sindicatos, claro, difieren: "nada de reformas del mercado de trabajo", advirtió Cándido Méndez, de UGT. Las Cámaras de Comercio apostaron por la adopción urgente de medidas que reduzcan el coste del empleo, como la rebaja de las cotizaciones sociales, y que favorezcan la creación de empresas. Para la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), la EPA refleja un "escandaloso" dato, especialmente entre los autónomos, y pidió al Gobierno que fomente la actividad económica con impulsos fiscales, de Seguridad Social y medidas para superar los problemas de financiación y liquidez.
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